MacNamara

Es exactamente lo que comentas @Alien.

Gracias por tu punto de vista, MacNamara. También creo que no está a nivel de Uno de los nuestros, Casino, El Padrino y otras tantas, pero creo que Scorsese ha realizado una de las mejores películas sobre la mafia en este siglo, y eso es mucho. Valoro, sobre todo, haber podido ver en 2019 una atmósfera y estilo de cine que es poco habitual en estos tiempos.

Gracias por pasarte Angel. Un abrazo

Un análisis fantástico MacNamara.

Toda la razón @Breakout_606

Jajaja, es que al leer tu opinión me vino automáticamente a la cabeza ese video, porque lo que dice éste hombre también puede extrapolarse, no sólo a éste caso, sino al cine en general. Tristemente, a día de hoy, la gente sólo le da importancia a una puntuación sobre 5 o sobre 10, a las notas medias de Filmaffinity , IMDB o Metacrític, o a los dichosos porcentajes de esa web llamada Rotten Tomatos. Parece como si esos números fuesen más importantes que una opinión profundamente argumentada, dónde el que escribe trata de explicar las emociones que ha sentido, valora las iterpretaciones, la fotografía, la banda sonora... todo ese conjunto que forma parte del trabajo de un equipo. Vamos, que a veces creo que todo eso no se valora lo suficiente... hasta la taquilla es más importante. D'això també n'estic una mica fins els ous XD

Jajaja, veo que esto de los castells trae un poquito de cola. Simplemente quería hacer un pequeño paralelismo entre dos trabajos bien hechos, como son el del castell y la cinta de MS, a pesar de que aún sigo digiriendo y procesando lo que ví ayer.
@Breakout_606: es que ese señor tiene razón, y reafirma un poco lo que yo decía. Parece que los castells solo se valoran cuando son de gama extra y solo si se descargan, y para nada es así. Se puede disfrutar con todo tipo de castells. Como dijo un conocido político, "los catalanes hacen cosas".

Me ha matado el símil. Incluso diría que le has quitado el enfado a éste señor XD:
https://youtu.be/dphJ_4sv9As

Deseando verla, gracias por la crítica ;)

Estupendo y ameno análisis, MacNamara. Como a los compañeros, me ha gustado el paralelismo que haces con los castellers.

Estoy deseando verla otra vez porque, como dice ryder, creo que es una película que necesita varios visionados para extraer de ella todo lo que contiene (que, repartido en sus más de 3 horas de duración, es mucho). Eso sí, en su primer visionado parece que me maravilló un poco más que a ti. Supongo que la iremos comentando aquí en Mubis en los próximos días conforme vayan cayendo más visionados.

Me ha gustado el simil utilizado para presentanos tu crítica. Me espero a su estreno, Scorsese no tiene ya que demostrar nada, ya nos dejó muchas y buenas películas.

Me reservo mi opinión sobre la película para después del jueves cuando la vea en su estreno en netflix.
De momento, me contento con esta peculiar recreación de sensaciones que te ha producido a ti. Y de paso agradecerte esa aproximación al mundo casteller como hilo conductor para hacérnoslas llegar.

@stoker_dracul: me emocioné muchísimo con el video de ese 4 de 10, viendo las reacciones de los castellers cuando lo consiguieron.

@ryder: El jueves tengo otra cita con The irishman precisamente por lo que comentas, aunque tengo ciertas dudas sobre qué me aportará de nuevo. Veremos si cambia mi percepción para bien... o quizás para peor. :)

Gran análisis. Creo que con futuros revisionados le sacarás algo más de jugo.

Mare meva. Sóc de Terrassa i... Mare meva. Ni comparem! Mil vegades millor i èpic The Irishman ;)

El 22 de Noviembre de 2015 marcó un hito: por primera vez en el mundo casteller, en esta ocasión a cargo de los “Minyons de Terrassa”, se tocó el cielo y se cargó y se descargó un “4 de 10 amb folre i manilles”.

Para los profanos en el mundo casteller, y de forma simplificada, explicaros que el 4 de 10 es un castillo humano de 10 pisos formado por 4 personas cada uno, a excepción de la parte del “pom de dalt” (grupo de arriba), que es la parte correspondiente a los 3 últimos pisos, el de los niñ@s, donde se ubican los “dosos” (llamados así porqué son dos), “l’aixecador” (el/la que aúpa) i “l’enxaneta”, palabra que no tiene traducción pero que es el niñ@ que se sitúa en el último piso del castillo y que hasta que no hace “l’aleta” (el ala, equivalente a levantar hacia arriba el brazo) no se considera que el castell ha sido cargado.
El “folre” es un grupo de personas que se forma alrededor del tronco del “castell” en el segundo piso del mismo y encima de los miembros que forman la “soca” (base), y que tiene por misión reforzar la estructura creando contrafuertes humanos. De la misma forma, y para los castells llamados de gama extra (a partir del 3 de 9), se utilizan las “manilles”, que es otro grupo de persones que refuerzan también el castell pero, en este caso, a nivel del tercer piso y encima del “folre”.
Como podéis imaginar, levantar un 4 de 10 no es fruto de la casualidad, no es el resultado de un momento de inspiración de un artista o de la genialidad de un Leo Messi; es el premio a muchas horas y jornadas de trabajo en equipo, cargando y descargando castillos de menor altura, con caídas y huesos rotos, con lágrimas por la frustración. Pero finalmente llega la culminación, cuando se consigue ese castell de gama extra por el que tanto se ha luchado, que solo es posible por la unión y el trabajo conjunto de todos los castellers (en la base de los castells muchas veces colaboran miembros de otras ”colles” -grupos- castelleres). Es pues el resultado de la experiencia y la unión.

Pero, ¿cuál es la diferencia entre un 4 de 10 y un 4 de 9? Pues la diferencia es simplemente un piso, que aunque no lo parezca es mucha, pero en cualquier caso se disfruta tanto uno como otro. He visto pilares (de un solo casteller por piso) de 5 que han resultado emocionantes, a pesar de ser considerados de gama básica.

¿Y porqué todo este rollo sobre el mundo casteller? Porqué así es como me sentí ayer después de ver El irlandés. Sentado aún en la butaca del cine era consciente que había visto una obra coral excelsa, la culminación de un gran cineasta que ha sabido retratar como pocos ese oscuro mundo de la mafia ítalo-americana en las décadas de los 60 hasta los 80. Pero ahondando en mis sensaciones, me di cuenta que no estaba eufórico, que no bullían en mi estomago las mismas sensaciones que cuando abandoné la sala, años ha, tras ver El Padrino, Uno de los nuestros, Erase una vez en América o cualquiera otra de las grandes referencias. ¿Porqué, si me encontraba ante una de las grandes cumbres de este género? Y entonces caí en la cuenta. Nada me había sorprendido, pues todo ya me había sido contado en otras ocasiones. ¿Había visto un 4 de 10 o un 4 de 9, o peor aún, un 4 de 8, castell que se consiguió por primera vez a mediados de 1880? Todos se parecían mucho…
Sobre la cinta, no tengo prácticamente peros. Es indiscutible que el guion es excelente, creo que con muy pocas fisuras. La ambientación y el trabajo de vestuario encomiable. La atmósfera recreada, gracias a una magnífica fotografía, te sitúa dentro de la escena. Estupenda edición, con alguna escena que creo se podría haber eliminado por innecesaria. Y la duración. ¿Excesiva? No. Scorsese nos quiere mostrar muchas cosas, quizás demasiadas, pero en cualquier caso algunas de ellas resultan demasiado relevantes en la historia de los Estados Unidos para pasar de puntillas. Es inevitable, por tanto, su largo metraje, pero a pesar de ello no me representó ningún esfuerzo pues la cinta discurre ligera pese a sus 210 minutos.

El trabajo actoral, brillante, con una Paquin excelsa en sus escasas escenas prácticamente mudas, con un Pesci muy diferente a sus habituales registros en el género -sinceramente no sé cual me asusta más-, un Al Pacino mucho más contenido en esta ocasión, y recuperando a un de Niro que, por fin, se redime de algunos de los absurdos papeles que ha protagonizado en los últimos años. Lamentablemente un Keitel desaprovechado, un Plemons totalmente innecesario en su personaje, y que no aporta nada a la cinta, y un Cannavale que, contrariamente a los comentarios de algunos compañeros, me ha parecido excesivamente sobreactuado, quizás para compensar la contención que en esta ocasión nos ha dado Al Pacino.

Quizás para mi gusto, la BSO es uno de los aspectos más flojos, puesto que no cuenta con temas relevantes, a excepción de uno de los iconos del Doo Wop como es “In the still of the night” de The Five Satins o los conocidos “Tuxedo Junction”, de Glenn Miller, y “Qué rico el mambo” con la orquesta de Pérez Prado. Sinceramente opino que, teniendo en cuenta el amplio período que abarca la historia, se hubieran podido lucir mucho más en este aspecto. Quizás después del gasto en CGI de rejuvenecimiento, no les quedaba más pasta… Por cierto, ese CGI, me da mucha grima al principio, sobre todo en el de de Niro, aunque se va suavizando en la medida que pasan los años para los personajes hasta hacerse imperceptible.

Hay un par de guiños de Scorsese que creo merece comentar. A Oliver Stone por su magnífica “JFK: Caso abierto”, al incluir el personaje de David Ferrie cuando se descargan las armas del camión y al que de Niro mira sorprendido por sus cejas maquilladas. Ese personaje, lo interpretó Joe Pesci en la cinta de Oliver Stone. También a Los Soprano, al incluir a Steven Van Zandt, guitarra de “E Street Band”, el grupo que habitualmente acompaña a Bruce Springsteen en sus giras, y que en la mencionada serie tuvo un destacado papel como Silvio Dante, hombre de confianza y consigliere de Tony Soprano. Pero Scorsese también quiere homenajearse a sí mismo. El papel de van Zandt en “The Irishman” es el de Jerry Vale, famoso crooner ítalo-americano que hizo cameos en las cintas de Scorsese “Uno de los nuestros” y en “Casino”.

La sensación que me queda, es que entiendo aún mejor porqué quiso decir Scorsese que lo de Marvel no es cine. Con esta cinta quiere dejarnos un legado que difícilmente recuperaremos, homenajeando a una forma de hacer cine de la que él ha sido uno de sus últimos guardianes. Para ello, y lejos de buscar a otros, ha reunido a tres grandes actores que, cómo él, forman parte de esa vieja escuela que con los años se va perdiendo, actores a los que no hace falta dirigir, pues la simbiosis con los personajes es tan mimetizada que forma parte ya de su propia esencia. Es pues, también, un homenaje crepuscular a ellos, actores que es posible hayan dado, como el propio Scorsese, lo mejor de sí mismos en esta quizás su última gran película.

Desconozco qué lugar ocupará esta película en el olimpo del cine pero, a riesgo de equivocarme, creo que no contiene ningún momento suficientemente icónico ni elemento diferenciador alguno como para ser considerada una obra de arte memorable. Una estupenda cinta, eso sí, condensadora de un género que ha dado obras encomiables, pero que dentro de 10 años, cuando mencionemos las mejores películas del género dudo que esté incluida entre las diez primeras y desde luego no entre las cinco primeras.