
La imagen es perfecta para su formato, y aunque los extras no son muy largos, si son muy interesantes. El dolby atmos en inglés es la leche.
Tras verla en formato digital y en esta edición UHD, es cuando te das cuenta de las gran diferencia de calidad que existe entre los dos medios.
Si bien es cierto que es una película que peca de tener una fotografía muy grisácea, el HDR ayuda a que podamos percibir una mayor variedad de colores en esos planos aparentemente más oscuros.
Además, las gran mayoría de escenas de acción ocurren de noche o en días de poca luminosidad, ayudando a que el formato de todo de sí en aquellas escenas nocturnas en las que un destello, una luz o un disparo sobresalen directamente de la pantalla.
No creo que sea el UHD perfecto, pero sí sabe sacar el mayor partido posible a una película que se beneficia mucho del formato.