
Después del desastre de imagen que presentaba la anterior entrega de la saga ("El caliz de fuego"), aquí nos encontramos con que la serie recupera su media y tenemos una imagen que no decepciona, aunque para mí peor que la de "El prisionero de Azkaban". Pero peor por poco, no penseis en una imagen mala, solo que no llega a la casi perfección de aquella (aquí se observan en algunas escenas pequeños defectos de compresión). El sonido sigue cumpliendo y quizás ganando espectacularidad, aunque nunca te deja sorprendido. Aún así, al menos ahora si cumple bien.
Los extras excelentes como siempre.
Una edición que para nada decepcionará a quien quiera hacerse con ella.