
Sencilla pero efectiva presentación en estuche plástico tipo 'amaray' y una portada digna de cualquier tatuaje profesional.
La calidad de imagen se ve algo afectada por la presunta compresión aplicada, ya que sufre de bastante posterizaciones apreciables en cielos al anochecer donde los degradados de color son más evidentes o, en escenas bajo las turbias aguas de una laguna donde tienen lugar haciagos sucesos. Por lo demás, la predominancia de tonos lúgubres y oscuros, en consonancia con la "trama" de la película, acompaña de perlas el visionado, tremendamente disfrutable en una pantalla OLED por la cantidad de negrura que nos brinda el metraje.
La banda sonora, aparte. Agarrad los subwoofers, porque os van a tirar mas de un tabique.