La calidad de imagen es realmente sobresaliente, la apreciación de la estupenda fotografía de Robert Richardson resplandece en cada una de las tomas, sean nocturnas (la presentación de sus personajes), crudamente frías (cada uno de los paisajes helados), o literalmente épicas (especialmente aquella en la que las siluetas de ambos protagonistas se recortan contra el sol mientras ascienden en sus monturas por una ladera). Todos sus interiores a la luz de las velas son retratados con un nivel de definición tal que dejan claro tanto el mimo del director por la presentación de su obra, como la excelente labor del responsable de iluminar films como "JFK", "Casino", "Mientras nieva sobre los cedros" o "El aviador" entre otros.
Su pista de sonido no se queda atrás, haciendo un uso de la distribución perfectamente cordinada de los diferentes canales a la hora de insertar las diferentes (y muy bien seleccionadas) canciones que componen su score, así como exponer de manera espectacular las escenas de acción, y con un equilibrio acorde en la colocación de las voces en relación a la colocación en la imagen de las mismas. Donde un punto a favor claro es que se pueda gozar también de esa pista en DTS-HD Master Audio en el doblaje castellano, algo tristemente poco habitual estos días.
El estuche (steelbook) es una presentación que rebosa clase y distinción, tanto en su rúbrica exterior con el resalto dorado del título y el dibujo que la representa, así como el estupendo serigrafiado trasero que mantiene la imagen original usada en el poster de estreno del film, pero guardándose la mayor sorpresa en su muy bien escogida imagen interior donde se muestra una de las miles de escenas emblemáticas que ofrece esta película.
En resumen, una edición de 10, pero que pierde todo un punto completo por culpa de algo que desde hace tiempo vienen adoleciéndose las ediciones en BR de la filmografía de Tarantino, y son esos escasos y ridículos contenidos extas que valen para poco más que "vender" el producto. Un cine de las dimensiones del de Tarantino (más con lo característico que es Quentin como persona y profesional) a buen seguro estará repleto de curiosidades, anécdotas, y puntualizaciones realmente interesantes. Por lo que la ausencia de extras en sus BR no tienen justificación ninguna, más bien al contrario, se vuelven motivo suficiente para restar puntos a la valoración global de los mismos.