Es cierto que la presentación podría ser mejor (una caja de cartón duro al menos). Pero no hay nada que reprocharle. Una caja, que, aunque Viva Eite, tiene el ancho de un Amaray, bastante elegante, y un libreto muy sobrio.
Y lo más importante, viene cargadita de extras para pasar una tarde entera solamente viendo extras, muy interesantes muchos de ellos.