Aunque en España se rodaron películas adheridas al spaghetti western, por mucho que nos duela, no se trata de un género que nos pertenezca; es un invento de los directores italianos que forjaron sus carreras dentro de los años 60 y 70, otorgando una nueva identidad al western tradicional y genuino de Norteamérica, creando, un mal llamado, subgénero de pistoleros, aventuras con identidades propias, y unas formas poéticas que modelaron definitivamente realizadores como Corbucci, pero sobre todo Sergio Leone. Este nuevo género, sumado con el cine de exploitation, la llegada de renovadores como Scorsese con su hiperrealismo sucio, en conjunción con la idiosincrasia única del final del franquismo y la llegada de La Transición Española, dieron como resultado a un conjunto de realizadores liberados, que a modo de polvorín, dinamitaron sus anhelos hasta bien entrados los 80, produciendo un género propio que venía de la marginalidad, lo barriobajero, o la delincuencia y las drogas: el Cine Quinqui.
Pese a quien le pese, se odie o se adore, es el único género netamente hispano. En el momento de su estreno el éxito le acompañó haciendo recaudaciones excelentes, para posteriormente ir desapareciendo, y por qué no decirlo: ser mal visto por muchos sectores de la crítica y espectadores que denostan estos filmes, hasta que sus reductos de admiración le hicieron aflorar de nuevo (pese a que nunca se fue), y poco a poco reclamó su puesto y categoría. Sin ser todo oro, el tiempo sí que ha puesto en su lugar a un puñado de títulos que merecen permanente revisión. No será hasta 2021 hasta que ‘Ediciones 79’ saca del ostracismo de lo convencional y lleva al lujo la trilogía ‘Perros Callejeros’; aunando esfuerzos, voces, materiales, autorías, y si no hay extras: se crean.
José Antonio de la Loma fue el padre del género quinqui. Inquieto observador vio como en su Barcelona natal, a la par que llegaba la democracia, grupos de chavales marginados, no todos por que así lo quisieron, llevaban consigo la decadencia social, y perpetraban desde delitos de poca monta, hasta trapicheos y audaces atracos. De la Loma vio que esa situación tenía potencial, vio que para mostrar ese material había que hacerse con parte de su esencia haciendo protagonistas a sus reales quinquilleros. Que ellos darían la cara, y de la Loma, alquimista, juntaría elementos puramente euro, norteamericanos, ciertos toques asiáticos, y por supuesto el material español.
‘Ediciones 79’, finalmente, lanza en julio de 2021 la trilogía de ‘Perros Callejeros’. Son varias sus presentaciones. Desde las ediciones de las tres películas en estuches individuales en BD/DVD, pasando por el digipak, hasta una edición de lujo con materiales originales. Para quien suscribe estas líneas es la ‘Edición Torete’ la que realmente lleva el estandarte del lanzamiento. Un cofre de cartón recio, forrado de papel brillante y motivos dorados, con la efigie de ‘El Torete’ que nos mira de soslayo y nos desafía a desprecintar el conjunto. Un imán hace las veces de lacre en su lateral y se despliega hacia la izquierda, dejando ver el texto que aparece al comienzo de la primera película. En su interior un digipak de cuatro palas, impreso con la voz en off que nos habla en los primeros minutos de la saga. Discos serigrafiados, y bolsillo contenedor de un ambientador olor a pino, un calco de ‘El Torete’, y un libreto de 32 páginas escrito por Mery Cuesta, que nos ayuda a indagar en esta singular producción. Certificado de limitación a 750 ejemplares, nueve fotocromos (tres por película), y un póster para cada una de ellas; todos ellos confeccionados con papel de excelente calidad. Y en el fondo una cassette funcional licenciada, única para esta edición, con los temas de las películas interpretados por Los Chunguitos y Bordón-4. Materiales extras que hacen de esta edición un lanzamiento de lujo cumpliendo los más altos estándares.
Cada película viene contenida en un BD25 muy bien aprovechado, con un bitrate digno para el material 2K del que se parte. Exclentes autorías, con subtítulos opcionales en castellano, y los tan importantes subtítulos en inglés, que abren la edición a todo el mercado internacional. Destino que ha tenido parte de la tirada. Espectadores extranjeros inquietos que suspiran por un cine que se abre hueco y traspasa fronteras.
La imagen es buena en sus tres entregas, yendo en orden ascendente según vamos avanzando en la trilogía. La primera película se presenta con el ratio 1.66.1, e imagen de buena calidad aunque desigual. Son muchos los momentos que la imagen resplandece, y otros que por la naturaleza del soporte original tiene variaciones cromáticas, sobre todo en los instantes que se separan los distintos rollos del film. Se opta por dar una ligera capa de brillo, sacrificando y levantando el color con el objetivo de dar una uniformidad al conjunto. No obstante, el resultado es más que notable y nunca había visto las películas con semejante tratamiento. Las dos entregas restantes parten del televisivo 1.33:1, con una notabilísima calidad que hace de la experiencia cinematográfica un evento único como no se había visto hasta hoy.
Muy buen sonido en las tres entregas, con la mezcla de voz y sonido clara, que deja escuchar la jerga de sus protagonistas y personajes. Sólo algún chasquido aislado que no se ha eliminado. Sobresaliente sonido de las persecuciones callejeras, motines carcelarios, vehículos y demás artefactos que pululan a lo largo del minutaje.
Los extras son magníficos y abundantes. Destacan las entrevistas a Mery Cuesta y Agustí Villaronga que nos ilustran con sus vastos conocimientos sobre cultura popular, y subcultura underground dentro de la propia tienda del Setanta-Nou. Pero también las recreaciones de las persecuciones y la visita a los enclaves de las películas. Todo realizado con un cariño absoluto y palpable. Amor por el cine.
‘Perros Callejeros’ ha llegado para quedarse. Cuesta creer que la cima del cine quinqui no tuviera su edición en HD hasta ahora. Es contemplando a sus personajes a la deriva, con sus más y sus muchos menos, cuando surge el poder de su lírica. No se trata de encumbrar sus discutibles acciones, sino mostrarlas dentro de un contexto cinematográfico y metacinematográfico. Mezclando a sus protagonistas reales con actores con tablas. Ver con su particular prisma la vida, esa perra vida; pero sin perder en ningún momento, como diría Ray Heredia, la alegría de vivir. Aunque sea dura y en muchas ocasiones una puta mierda. La vida a fin de cuentas. Justicia eterna y cinematográfica. Edición sobresaliente del Setanta Nou.
Hace unos meses la distribuidora y editora Avalon hacía un sorprendente doble anuncio: por una parte anunció la edición del grueso de la filmografía del hongkonés, Wong Kar-Wai, en un lanzamiento a todo lujo, y por otro lado aventuró a anunciar sin titubeos de que se trataría de la mejor edición del mundo. Este acontecimiento venía precedido por el reestreno en salas españolas de sus películas, restauradas y aprobadas por su director, con eventos especiales en las salas de Barcelona y Madrid. La propuesta tuvo una excelente acogida, y los espectadores acudieron de forma ritual, para poder ver estos reestrenos una vez más al amparo de la sala oscura.
Al reestreno le siguió su inclusión en la plataforma Filmin, dónde el espectador podría comprobar de que manera iban a lucir, los cambios que WKW había decidido introducir en sus películas, y así tener una toma de contacto con el material en el que Avalon había trabajado. El último paso llegaría con la apertura virtual de la tienda de Avalon, que a día de hoy se convierte en la primera dentro de España que vende en exclusiva sus productos; y que además no pueden adquirirse en tiendas convencionales; eliminando intermediarios, y estableciendo el diálogo único entre empresa editora/distribuidora y cliente. Quedaba comprobar como sería el pack en mano, después de mostrar diseños preeliminares, o enseñar una maqueta en blanco del conjunto, dejando entrever la calidad de los materiales para su elaboración.
La cámara de Wong Kar-Wai es tímida. Siempre ha tenido un pudor poco habitual, como si en algún momento pudiese interrumpir a sus personajes, ser descubierta, y estropear la puesta en escena. Se inmiscuye casi a escondidas observando a esas personas, paseando, abriendo o cerrando un espacio, prácticamente sin atreverse a mirar directamente a los actores por miedo a romper el hechizo. El pack de Avalon es hermoso en analogía al modo de filmar de WKW; parece llegar a casa a escondidas, con su aspecto cuadrado y monolítico, esperando y deseando ser desvestido por parte de su propietario. Poco más de 28 x 28 centímetros son sus dimensiones, alcanzando algo más de 3 kilos de peso. Se viste en cartón duro y robusto, forrado en brillo, mientras muestra a Maggie Cheung, sola, llorando en su intimidad, con ese sentimiento de haberla sorprendido en semejante momento; letras capitulares: ‘Universo Wong Kar-Wai’ nos escribe con timidez en la portada. En su reverso breves sinopsis, descripción de aspectos técnicos, y en el canto inferior, los datos de Avalon, contenidos, sellos de edades, deposito legal, y formato del contenido.
En su interior, emulando el tamaño vinilo, un libro y tres carpetas. Los tres elementos manteniendo las dimensiones de la caja contenedora. El libro, encuadernado en rústico, sin renunciar a un papel de gran calidad y gramaje; repleto de fotografías es el cuaderno crítico de Carlos F. Heredero, colaborador en la revista ‘Caimán’ y autor de varios libros sobre WKW, entre ellos para Cátedra o Seminci. Son 150 páginas exclusivas para esta edición, con nuevos datos y reformulaciones que harán la delicia del más exigente cinéfilo. Las dos carpetas que contienen las películas son de cartón duro, y cada una es un cuadruple digipak con espacio para cuatro discos, y contenedor ilustrado con motivos de las diferentes obras de su director. La primera carpeta contiene: ‘As Tears Go By’, ‘Days of being Wild’, ‘Chunking Express’, y ‘Fallen Angels’; la segunda con: ‘In the Mood for Love’, ‘In The Mood for Love’ (BD extras), ‘Happy Together’, y ‘2046’. Todos los discos son BD50 y están bellamente decorados con su serigrafía particular. La tercera carpeta se desmarca de la tendencia, incluyendo materiales adyacentes a las películas, y está construida con un cartón de menor grosor. Es aquí donde encontramos las bandas sonoras originales de ‘In The Mood for Love’ y ‘2046’ que reposan sobre la misma carpeta y se anclan con botones de gomaespuma. Son dos CD editados por universal, exclusivos de esta edición, y acompañador por sus dos libretos en chino cantonés. Además en esta misma carpeta encontramos otro contenedor con las láminas de arte de las siete películas del pack, que se crearon expresamente para el reestreno de las películas en cines.
La calidad audiovisual de las películas es absolutamente abrumadora. La imagen es perfecta y en todas las realizaciones su bitrate es altísimo, superando al resto de las ediciones existentes en el mercado internacional. Utiliza el códec AVC, y no duda en utilizar la mayor capacidad posible del disco para que la imagen no se resienta en ningún momento. Gracias a estas características técnicas tenemos la posibilidad de acercarnos a una imagen procedente de masters 4K con una definición perfecta, contraste y colores excelentes, y no renunciar a su origen fotoquímico observando la predominancia de grano, que en cada película se verá representado a su modo particular. El tratamiento de colores es muy bueno, destacando los rojos sobre las nuevas modificaciones introducidas por su director. En ningún momento tengo la sensación de que la pista en castellano pueda ser un lastre en el rendimiento global de cada disco, aunque mi recomendación se vaya siempre a favor de la versión original. El sonido V.O es mucho más contundente en todos los sentidos, y potencia la banda sonora, que tan importante es dentro del cine de WKW. Los subtítulos están bien traducidos, partiendo de los diálogos originales, y no hay faltas de ortografía que haya detectado por el momento. La subtitulación se presenta en fondo blanco con borde negro, y tamaño adecuado para un disfrute sobresaliente de cada película. Todos los discos incluyen extras, algunas más extensos, otros más cortos, trailers, presentaciones, etc, por lo que al terminar con la película tenemos aún un buen filón de materiales para completar una verdadera masterclass, ya sea con WKW, colaboradores de equipo (mención merecen las apariciones de Christopher Doyle, director de fotografía), o actores y actrices.
El pack ‘Universo Wong Kar-Wai’ supera con creces mis expectativas. Su desembalaje se transforma en un acto íntimo y de encuentro con el de Hong Kong y su obra. Se desmarca de convencionalismos y nos da una presentación hasta ahora inédita en nuestro territorio. Creo firmemente que su contenido, calidad, cantidad y precio son de los más ajustados que se pueden tener ante un giftset de estas características. Avalon recupera una vez más su fuerte sentimiento y nexo con el formato físico. Lo hace con elegancia, contundencia, llevando hasta el minuto final la voz cantante. Un verdadero pack de lujo que es admirado fuera de nuestras fronteras. Con ediciones así es fácil amar más el formato físico; pero sobre todo, por encima de todas las cosas, potenciar el disfrute de la película y hacer del cine un arte imperecedero.
La duda cayó como un jarro de agua fría, cuando en el resto de países comenzaron a anunciar el lanzamiento de la edición UHD4K de la trilogía de ‘El Señor de los Anillos’. Pasarían unas semanas hasta que, Warner Iberia, hizo público el comunicado de la ansiada edición en España. Sería casi de inmediato cuando comenzó el baile de cifras, discos compartidos con otros lugares, y la importante decisión de la presentación que nos caería en suerte. Finalmente la elegida fue el steelbook case, contenedor de tres estuches steelbook, cada uno con tres discos UHD en su interior: dos para los montajes extendidos, y uno más con el montaje exhibido en salas cinematográficas. Una edición muy cuidada, sí, de esas que impresionan cuando se tienen en mano, bellamente acabada en mate, con un interior acolchado en espuma negra rígida que protege los tres estuches. Cada uno con motivos diferentes y representativos de cada película, y una buena manufactura en la que el tono mate cubre también los eternos colores que acompañan a la Trilogía desde los tiempos del DVD; verdes y dorados para ‘La Comunidad del Anillo’, rojo para ‘Las Dos Torres’, y azul para el 'Retorno del Rey’. Todos los materiales depositarios de los soportes con tipografía en inglés, y para los discos serigrafía y autoría propias en español, repitiendo una vez más los colores propios para cada largometraje. Un pack, que aun conteniendo varios idiomas en la mayoría de los discos, está hecho para el mercado español; rematado con un fajín de cartulina gruesa, en la que en castellano desgrana contenidos y especificaciones técnicas.
A través de los nueve discos, el tren de La Tierra Media, hace su salida con resultados muy satisfactorios, aunque dispares en cuanto a su presentación visual. ‘El Señor de los Anillos’ se filma simultáneamente en película Fuji-Super35; algo que no es sinónimo de posproducción a la par. Las películas definitivas se terminan poco antes de enviar cada una a los cines, y no todas sus bobinas contienen elementos de una calidad homogénea. Por lo tanto tenemos mucho material en celuloide, con muchas peculiaridades que hacen únicos, en varias ocasiones, las secuencias y pasajes de la epopeya. Las colaboraciones no son las mismas en cada película, entrando en juego renderizaciones posteriores de Pixar, sobre todo en la segunda y tercera película; probablemente las más beneficiadas de todo el proceso fotoquímico para la elección de los materiales y llevarlos a una edición doméstica. Es así, que Warner y Peter Jackson no tienen más remedio que desempolvar todo el material posible, y realizar un escaneo nativo 4K de los materiales, sin descartar copiones, interpositivos, y por supuesto los negativos originales, obtenidos con las cámaras Arri de la primera década del presente siglo. Un complicado rompecabezas, que pese a la minuciosidad que conlleva, trae consigo algunos sacrificios evidentes en el resultado final para el espectador. Siempre teniendo presente los estándares actuales que exige el formato: esto es la corrección colorimétrica, la aplicación de filtros suavizadores, y la mejora del rango proporcionada por el HDR/+10/dv
¿Cuál es la diferencia entre una edición mediocre y una buena e inteligente edición? La respuesta es la mesura. Una mesura con la que contamos en la mayor parte del metraje de los tres films. Los VFX de la época son primorosos, pero no en pocos momentos son un verdadero quebradero de cabeza a la hora de masterizar y contentar a una mayoría. Hacer sacrificios es inevitable para conseguir un resultado conciliador aunque siempre sea discutible. Es por tanto en las secuencias más mundanas, con escasez de efectos digitales, en las que el formato ofrece los resultados más sobresalientes; aquí se aprecia el verdadero y puro grano cinematográfico, con un rango de color ampliado y natural que potencia las imágenes de cada película, siendo el Dolby Vision la herramienta que más beneficios otorga. Es impresionante ver en el prólogo a un Sauron, dentro de la forja de El Monte del Destino, apreciando todas y cada una de las llamaradas y columnas de la fragua. Otro ejemplo le tenemos en las montañas que conducen al paso de Caradhras, o las llanuras a cielo abierto. Aquí la imagen es sencillamente perfecta, y es en las que mejores resultados de bitrate se puede observar con una mayor nitidez y ganancias; sensación que se repite en la meseta de Rohan, o en las cercanías de Gondor a la luz del día. Por el contrario tenemos las secuencias boscosas, los dominios de Rivendel o Lorien, y en las secuencias de masas y batallas, en los que se evidencia el uso equilibrado de los filtros de disminución de ruido, que provoca una mezcla de ruido digital, grano cinematográfico real; y en ocasiones una aparente ausencia de detalle, atenuada dependiendo del dispositivo de visualización utilizado. Un momento importante en las películas es la primera aparición integra de Gollum, acechante bajo la luz de la luna; siendo ahí dónde una captura estática se convierte en un sinsentido, y el movimiento le otorga las sombras y la apreciación de detalles naturales de fondo: pudiéndose observar las ramas y las rocas del fondo.
Es viendo las secuencias del Balrog de Moria, el fortín de Helm, los aposentos de Saruman dentro de Orthanc, y la sala del trono en Minas Tirith cuando la nitidez deja en entredicho a un BD que aún en día sigue siendo muy correcto, pero que se queda atrás en cuanto se le compara con el soporte en UHD. Es una lástima que para aplicar el grading correcto en algunos instantes, los personajes aparezcan más monolíticos y cerúleos, en algunos momentos más que en otros. Un ambiente muy cambiante que puede llevar de la mejor de las definiciones a momentos más discutibles, todo ello dentro de la misma escena. Pero a la hora de la verdad, cuando tengo que hacer uso de mi balanza personal, encuentro un equilibrio que se decanta en su mayoría a un trabajo concienzudo y llevado a buen puerto. Las propias Arri, en los momentos en los que los elfos toman protagonismo, ya tenían un cierto efecto flou de origen que complica la conjunción de definición, color y luminancia. A todo ello hemos de sumar el uso de película Fujifilm, más oscura que por ejemplo la Kodak, y que ahora se ha equilibrado con mimo para dar un tono más oscuro, siempre intentado no renunciar a que se vea el mayor número de detalle posible. Los planos que nos mostraban en la lejanía a Mordor no se veían bien en el BD, ya que el fuego y la cordillera que rodea la región se fundían confusos; ahora el fulgor de Mordor es amenazador, la torre de Barad-Dûr imponente con un ojo que, ahora sí, se parece más a las llamas reales, y no a un simple y plano color anaranjado.
El sonido supone una verdadera ganacia en todos los aspectos. Simplemenete me parece perfecta la distribución multicanal que ofrece la pista en versión original True HD. Sí que es cierto que la fuerza de graves mejora muchísimo frente a la que ofrecía el BD, aunque en algunos momentos, particularmente, echo en falta un poco más; sobre todo si la comparación la hacemos frente a la trilogía de El Hobbit (otra historia completamente diferente). Pero los diálogos son muy claros, y no se diluyen nunca durante el fragor de la batalla. Además de tener una ganancia en castellano con la pista DTS, haciendo referencia a la pureza de la partitura musical de Howard Shore, en la que encuentro una mejor calidad. Es importante recordar, que quien quiera disfrutar del montaje para cines en castellano de 'La Comunidad del Anillo', tendrá que recurrir al disco español para ello. La pista de sonido óptico del negativo se ha captado en toda su esencia, con toda la majestuosidad que la ocasión requería. Desgraciadamente nuestra pista de subtítulos no ha corrido tanta suerte, y aunque comprensibles, hay nombres mal escritos, palabras que se juntan, o motivos tipográficos que no deberían aparecer. Sucede en varios momentos, pero afortunadamente en pocos momentos si tenemos en cuenta la longitud del texto. No obstante no se han revisado correctamente, y eso no tiene justificación, y empobrece la edición y la exigencia de Warner España, responsable directa de hacérselos llegar así.
El resultado global es muy satisfactorio. Particularmente, todo fluctúa del notable alto, al sobresaliente. No puedo negar que hay segmentos de los que esperaba más, pero no voy a decir que me quedo con el BD. El BD es muy bueno, pero el color, contraste, y la subida leve de la nitidez son palpables en el formato 4K, siempre que el dispositivo esté bien ajustado. Sí echaré de menos algún momento de detalle fino, pero es tanta la supremacía del UHD en esos momentos, que acepto esos otros aspectos si en determinados momentos hay que suavizar fotogramas en concreto. No creo que en estos momentos, y con los materiales disponibles, pueda haber demasiado margen de mejoría con lo que se tiene entre manos: herramientas y soporte. Pesan mucho más los momentos gloriosos, que aquellos en los que se ha tenido que aplicar DNR; que con franqueza, son menos de los que se puede uno imaginar. ‘El Señor de los Anillos’ nunca se había visto así. Es un compendio de mosaicos y óleos de su época. Es la bisagra que une la artesanía con lo digital, y eso exige un sacrificio. El resultado es maravilloso, disfrutadlo ahora que aún podéis. El trabajo vale la pena.
El perverso juego de multiplicidades se lleva al extremo en el último lanzamiento de Reel One. Mientras la mayor parte del grueso del consumidor de formato físico pide más por menos, la editora, se hace enorme yendo de cine por su inconformista senda. Editar y distribuir no son solo su única parte en el mercado doméstico, sino observar con variedad de ángulos las expectativas del cliente, y conseguir un extraño caleidoscopio que se conjuga entre película, edición, y comprador final.
La edición de ‘En Nombre de Caín’ pretende llevar el estilo de De Palma hacia una pura rima consonante con su cine. Es fiel al material de origen, tanto en su faceta técnico/artística, como a la multitud de perturbados que inundan su celuloide esquizofrénico. Es una edición que no deja de mirarnos desde el ritual del desembalaje, hasta el momento de detener el disco en el reproductor, y proceder a llevar el lanzamiento a la estantería. Nos mira bizqueando en la slipcover, se desdobla en su carátula; nos mira de reojo desde el libreto, y nos desafía con un juego macabro en el juego de espejos que ilustra la serigrafía del disco.
Reel One licencia con precisión enfermiza todos los materiales de la edición, para ofrecer un resultado óptimo, a la par que una experiencia inolvidable. El máster incluido es, sin lugar a dudas, el que mayor exigencia tiene en cuanto a todos los que componen su catálogo. La perfección cromática de la película se refleja en el equipo con una veracidad impactante; sin renunciar en ningún momento a los claroscuros del negativo de mayor calidad que conserva Universal. No existe ni un solo instante en que la imagen flaquee por ningún lado, conservando el grano original, y dando a la película un aspecto vivo. Algunas impurezas, propias del material fotográfico, se conservan en forma de puntos aislados a lo largo del metraje y del encuadre. No molestan, aumentando una verdadera sensación cinematográfica; obteniendo los mismos sobresalientes resultados en el montaje original de cines, y también dentro del montaje del director, editado por Peet Gelderblom, y aprobado por el propio De Palma. Dos visiones que difieren en el punto de vista, con una perfección patente llena de altísimos picos de bitrate.
La editora no pierde de vista a su cartera de clientes hispanos, concediendo pistas DTS de alta calidad en castellano para los dos montajes. Aunque es en las pistas originales estéreo donde se luce plenamente. El sonido en versión original suena rotundo, y los diálogos, efectos de sonido, y música de partitura de Pino Donaggio se funden en un conjunto prístino. El consumidor y coleccionista angloparlante disfrutará también de una de las mejores ediciones de todo 2020, siendo una edición a tener plenamente en cuenta para conservar en las mediatecas privadas.
Los elementos extras completan una excelente edición. La pequeña introducción del creador del montaje del director, nos pone bajo la pista de lo que vamos a encontrar, y su ensayo en vídeo alimenta con potencia el porqué de dicho montaje; sin olvidar el magnífico libreto de 28 páginas, que constituye la verdadera columna vertebral de los extras, mientras viajamos a través del tiempo, empapándonos de aquellos tiempos, aquellas fotografías y fotocromos y titulares de prensa del momento. Mención especial al prólogo de Albert Galera, sin el que la exposición de De Palma jamás hubiese sido posible.
Los materiales de construcción del set son cada vez mejores: el cartonaje de la funda plastificado, la impresión del mismo, una mayor profusión en los materiales del libreto, y unas carátulas de ensueño que cautivan la imaginación.
Una vez describí a Reel One de una manera que a día de hoy mantengo: son únicos conservando el Cine como testimonio cultural de la historia, contagian el afán de conservar los cines cómo lugares físicos irremplazables, y nos permiten pasear por videoclubs de barrio con persiana echada perpetuamente. La mirada de Caín es demasiado inquietante. Hoy sueño con Reel One.
Cuando ‘La Aventura’ anunció el lanzamiento en BD de ‘Parásitos’, no fueron pocos los que se llevaron las manos a la cabeza. Una editora que llevaba algo más de un año sin lanzamientos, parecía sinónimo de llevar a mal puerto uno de los títulos clave del pasado 2019. Fue cuando empezó a llenar las salas cinematográficas, y sobre todo a raíz de la Palma de Oro en Cannes, cuando el espectador, mitómano y coleccionista, empezó a reivindicar una edición a la altura de una película, que finalmente alcanzó la estratosfera en la última edición de los Oscar.
Se exigió de todo a una editora que no pasa sus mejores momentos, parejo se iban anunciando las lujosas ediciones de Alemania y Francia — Que si una edición gloriosa con más extras (como si eso no costase pasta), que si extensos libretos; o incluso el añadido del UHD 4K— Delirios que llegaron a su máximo, una vez el producto estaba terminado, los Oscar entregados, y se insinuó que se rehiciese todo el contenido “para estar a la altura”. Todo sea porque nuestra edición no fuera una mierda. No vaya a ser que el sinónimo de pequeño y modesto sea equivalente a bazofia.
Y llegó la edición. Enfundada en un estuche negro translucido, de buena calidad, apartándose de los endebles élite. Una carátula que en realidad son dos, con un buen diseño y maquetación, que en su parte trasera especifica las características técnicas; aunque olvide mencionar que se ha utilizado un BD50, o mencionar la duración de los escuetísimos contenidos adicionales. La serigrafía del disco repite el motivo principal de la carátula, pudiéndola dar la vuelta y tener el cartel usado en cines. Un simple motivo que enriquece el lanzamiento, cuando comprobamos que además incluye un tríptico adosado en la parte izquierda, con unas sentidas palabras del realizador Paco Plaza.
La imagen es sencillamente perfecta. Su fuente original 6,5K (digital intermediate 4K), hace gala de un reflejo espectacular en esta presentación 1080/24p (AVC). La definición es precisa, la paleta de colores muy variada y llamativa. Con negros muy potentes, y un contraste óptimo incluso en las secuencias nocturnas, o interiores con poca iluminación. No hay ghosting ni posterizaciones. Los rostros, el vestuario, y los objetos salen todos recompensados gracias a un trabajo de fotografía excelente. El ratio es 2.35:1, y es similar al utilizado en la edición francesa. En otros territorios cuentan con el aspecto original 2.39:1, con lo cual entra dentro de los estándares aceptables aprobados por Bong Joon Ho.
‘La Aventura’ nos trae todo lo necesario dentro del apartado de sonido para los hispanohablantes. Pistas DTS-HD 5.1/2.0 tanto en coreano como en castellano. El sonido es muy puro y potente, mientras utiliza todos los canales de forma eficaz; aunque si visionamos la película en su versión original coreana, los subtítulos son forzados, y no podemos dejar el encuadre limpio. No detecto ninguna falta de ortografía en el subtitulado, y creo que hay una buena interpretación a nuestra lengua para seguir la película sin inconvenientes.
La featurette de los extras apenas supera los cinco minutos, pero viene en alta definición y también subtitulada.
Tenemos entre manos un trabajo modesto pero muy correcto por parte de la editora. Es cierto que se van a editar a lo largo del mundo ediciones más jugosas que esta, pero eso no hace ningún desprecio al comprador. No hay engaños y la edición es transparente. Da lo que ofrece, y es agradecida dentro de su presupuesto si la ponemos en relación con su pvp ¿Más? Siempre es posible ofrecer más, más grande y con más elementos; pero para ello hace falta reiniciar a pequeños pasos. Nunca hay que olvidar que guste o no guste, esta película es triunfadora. Del comportamiento de ventas depende que en algún momento se decida dar un paso más. Es lo que se nos ofrece. Podemos comprar o no comprar, pero a ‘La Aventura’ en ningún momento se le podrá achacar que hizo un mal trabajo. Todo lo contrario Lo que hay es.
Nos encontramos con una edición que hay que valorar desde diferentes puntos de vista, y no siempre es fácil, ya que el producto en sí tiene tantos matices distintos, que hace difícil una valoración global e inmediata, dada la disparidad de elementos integrados.
Por esta razón, y en un posible futuro, quizá sea interesante hacer una nueva review más larga y profusa, con todos los elementos degustados. Pero en este momento hay (necesito) que hablar de primeras impresiones. Por prudencia, y por no llevar a equívocos innecesarios.
'Twin Peaks' from Z to A, viene en una caja magnífica, de gran calidad, y con relieves en sus tipografías, además de sensaciones rugosas a lo largo de los abetos que recorren y dan la vuelta al estuche. La edición española, que es la que yo tengo, trae una lámina de especificaciones técnicas y de contenidos en castellano. Y entramos en la primera parada, porque yo personalmente quiero tener esa lámina en concreto, adherida con sus dos adhesivos transparentes al estuche que, y ahora sí, es idéntico a nivel mundial. Su mecanismo de apertura está imantado, y hay que hacer un leve esfuerzo para abrirlo. No queda la apertura suelta, y le da una elegancia a mayores.
Al abrirlo tenemos una bonita recreación de la habitación roja. En un extremo tenemos la figura troquelada y acrílica de Dale Cooper con Laura Palmer. Está protegida por plástico duro rígido, y podemos dejarla con una tira adhesiva en su lugar, si es que no queremos sacarla de la caja. El troquelado y la impresión son buenos, aunque un peldaño de más en calidad no hubiera molestado. Esta es la segunda parada: nos encontramos con uno de los 25.000 troquelados disponibles, y eso para mí ya es un toque importante de cara al coleccionismo. Esta no se encontrará fuera de la edición.
Al otro extremo de la caja abierta, ya nos encontramos con el contenedor propiamente de los soportes ópticos y memorabilia. Este contendor es de un material mas endeble, pero no por ello peor. es verdad que si se hace una mala manipulación en su fabricación y empaquetado, este puede resultar dañado; y eso es algo que se han quejado nuestros compañeros norteamericanos de blu-ray.com. Viene con una solapa a modo de cortina roja con velcro, que cuando están todos los elementos dentro no llega a cerrar. Hubiese necesitado al menos un centímetro más de largura, para que llegase a cerrar. Con todo es un mal "menor", ya que el interior de la Habitación Roja viene protegido por una bolsa de aire en plástico que recomiendo no prescindir. Todo irá mucho más seguro una vez el estuche esté cerrado.
En ese contenedor lo primero que encuentro es el certificado de autenticidad. De un papel vegetal con un grosor superior al habitual, y en ello la numeración mecanizada del ejemplar en cuestión.
y entramos en terreno importante, porque lo siguiente se trata del UHD4K en un sobre de cartón, brillante, y dentro el disco en su justa medida. No he necesitado tirar de él ni nada por el estilo para extraerle. En él el episodio piloto original, su versión internacional con su final extendido, y el celebérrimo episodio número 8 de 'The Limited Event Series' (3a temporada). Uno de los puntos que sorprenderá, y a muchos indignará, es que Lynch no ha utilizado la mejora en HDR en el soporte tope gama. Fuentes cercanas al artista indican, que cuando se le comentó que podría alterar el color de los máster recientemente revisados, un sonoro — NO — salió de su garganta. Con todo y aunque muchos asocien UHD con HDR, no necesariamente siempre tiene que ser así, porque un material no adaptado, además de ser un fraude, corrompe la visión original. para tener HDR habría que partir de una nueva revisión que en esta ocasión se ha optado por no realizar. Con todo es muy importante recalcar, que la diferencia se nota en una diagonal grande. El grano es muchísimo más fino, hay menos tosquedad en la imagen, y se aprecia menos estabilidad en el encuadre. Cualquier movimiento leve es mucho más evidente que en sus BD homólogos. Es una decisión personal que apenará a muchos, pero que da una visión totalmente fidedigna de los materiales escaneados hasta el día de hoy. Insisto en que es mi impresión inicial con aún pocos minutos vistos. Nunca se dijo que fuera a traer HDR, aunque en estos tiempos es algo que se dé por hecho. Lo que he visto me gusta, y mucho.
El tercer set son las 25 postales, impresas en cartón rígido de gran calidad, de carácter mate, y gran resolución. Su estuche es de cartón satinado brillante y de nuevo emula las cortinas de la 'Red Room'. con una pequeña solapa en la parte trasera que cierra perfectamente.
Entramos en los dos sets de discos BD. Dos mazos de tamaño CD desplegable, que contiene cada uno diez discos. En muchos lugares se habla de presentación caótica, pero no tienen pérdida, porque van colocados de derecha a izquierda, en escrupuloso orden. Además si no queremos perdernos, podemos darles la vuelta y quedarán al descubierto sus contenidos y número de disco. Las autorías digitales son las mismas, pero no la galleta de los discos. Estos discos son exclusivos, y todos sin exclusión (20 BD + 1 UHD) tienen la inscripción 'Twin Peaks, from Z to A'; elemento que hace de esta colección algo único, por mucho que el contenido sea similar.
Cómo plato fuerte tenemos dos discos de contenidos extras más, dentro del compendio de la tercera temporada. Son dos BD50, con todos los making de cada capítulo de The Limited Event, todas las actuaciones íntegras del Roadhouse, y entrevistas largas y tendidas con Kyle MacLachlan, Sheryl Lee, Kimmy Robertson, y Harry Goaz. Un contenido únicamente disponible, dentro de este estuche con todo el universo Twin Peaks.
¿Frío o calor ante esta edición? Pues no miento que a día de hoy me gustaría tener la totalidad de contenido con el códec h.265, que me gustaría catar el HDR, que el cierre con el velcro fuera perfecto (cosa que no hubiese costado nada), o que se pueda pensar que el precio se haya ido de madre, sobre todo si tenemos ya contenidos anteriores. la pregunta exacta es: ¿hasta que punto queremos coleccionar? Cómo suelo decir, el precio es directamente proporcional a las ganas de tener algo ¿Qué bajará?: es fácil que así sea, ¿qué se agotará?: seguro a medio/largo plazo, ¿qué habrá más ediciones distintas y superiores?: eso está por ver. Todo avanza, y todo progresa afortunadamente.
¿Qué se hubieran podido pulir aspectos de construcción en el interior de la caja?: rotundamente sí ¿Que el conjunto es precioso y exclusivo?: sí, no me cabe la menor de las dudas. Además nadie me garantiza la inclusión de los contenidos que trae esta edición en una edición futura, ni nadie me dice que vayamos a tener una edición mejor ¿Tener la lámina en castellano? de acuerdo, eso es un capricho mío. Mi sensación personal es de poseer algo muy especial que tiene carné de identidad. La caja en sí, es majestuosa.
Acabo de verla en su totalidad, y esto es uno de los regalos audiovisuales más importantes del año.
No hagáis caso a ni una sola de las capturas, que encontraréis a lo largo de la red. Pero ni en este ni en ningún título, y mucho menos aún en un título de cine clásico cómo es el caso. La de The Wizard of Oz, es una experiencia para vivirla sin las majaderías de las capturas y las comparativas. Es algo que únicamente se debe hacer: con un buen reproductor, un buen panel convenientemente calibrado, y un equipo de audio que dé la talla.
Desde que comienza con sus secuencias en blanco y negro, y la perfecta definición de lo que antes eran bordes imperfectos. Con el brillo de los ojos de Judy Garland, tanto en Kansas cómo en Oz. No olvidaréis la primera vez que se abre la puerta y se accede al color, porque lo que antes era plano ahora esta lleno de matices y relieves. Querréis atesorar el recuerdo del vestuario de los Munchkins, los zapatos de rubí, o la primera aparición a través del humo púrpura de la Bruja del Oeste. Jamás perderéis de vista el camino de baldosas amarillas, el campo de amapolas somníferas, o la primera vez que veáis Ciudad Esmeralda en el horizonte. Se os grabarán a fuego las secuencias con Oz, el color verde, y las llamas; y si seguís adelante os aterrará el color lila del reloj de arena de la Bruja. Y su rostro verde, con el punto perfecto de saturación que otorga en todos los puntos la aplicación del HDR. El uso del relieve a través del color, es la clave del film de Victor Fleming.
Esto es un trabajo muy bien hecho. Excelente se podría decir. Y aunque sé que el doblaje es muy importante para muchos, no jodáis la marrana, y poneos en la obligación de ver una vez en la vida El Mago de Oz en V.O con la pista DTS 5.1, y la tasa de transferencia de este disco UHD.
Una joya. La remasterización más impactante, que al menos yo he contemplado hasta la fecha. No porque 2001, Blade Runner, o el Caballero Oscuro sean menos. Sino porque el material que nos ocupa en este caso, procede nada más y nada menos que de 1939. Y que se pueda ver y escuchar así, ya es todo un milagro.
Material imprescindible para una película capital. Una maravilla.
No resulta sencillo hacer una valoración inicial del UHD ‘Alita, Battle Angel’. La complejidad técnica de su creación, se subdivide en múltiples disciplinas artísticas, fusionadas en un único conjunto final, que hace necesario indagar e ir yendo, en la práctica, uno por uno. Es un rompecabezas digital, en que casi cualquier elemento, se ha procesado y renderizado de una forma distinta, pero que desemboca en una misma relación, iniciada y finalizada en un master 3,5K (aprox.), que en estos días las cámaras Arri 3D utilizadas, consiguen el estándar máximo que pueden ofrecer. Es decir, ‘Alita’ no parte de un 4K nativo, y sí de un reescalado a 2160p obteniendo muy buenos resultados dentro del nuevo formato. El film de Robert Rodríguez funciona respecto al UHD, cómo una especie de símil de lo que fueron los formatos, lo que son, y lo que pretenden ser; por eso Alita no se entiende bien si separamos arte y técnica.
La imagen de ‘Alita’, retomando mi última frase del párrafo anterior, es una de las más desiguales en el buen término que he visionado. Sus interiores en habitaciones, la Clínica de Dyson Ido, y algunas localizaciones de La Fábrica, son puramente 2D (dentro de su innegable tridimensionalidad) y más agradecidas al ojo humano. Tienen un nivel de luminancia más alto, y una definición superior en rostros, perfiles, y objetos. Existe mobiliario, generado por ordenador, que me hace preguntarme seriamente si no será real por mucho que no lo sea. Las caras humanas de Christoph Waltz, Jennifer Connelly, o Mahershala Ali, se baten en duelo con el acabado digital de Rosa Salazar. Esos planos conjuntos en la enfermería, y esos abrazos digitales aparecen con un acabado muy hermoso dentro de la Ultra Alta Definición. Son momentos muy distintos a los que ofrecen los “exteriores” en la Iron City o las perspectivas de Zalem. Es aquí donde el nativo 3D baja de forma sutil la definición, con el proposito de jugar en otros aspectos diversos: como son las batallas, las calles, y los partidos de Motorball; y en donde entra inteligentemente el uso del HDR. Es dentro de esas calles apocalípticas, en lo alto de esos cielos rasgados, y en el subsuelo corrupto, cuando uno de los mejores contrastes que he visto hace su aparición. Las armaduras, los diseños de vestuario, y la oscuridad de la fotografía de Bill Pope se ven claramente beneficiados. Todo ello en contraste con colores negros, y azul violáceos de los neones, y siempre teniendo en cuenta las siluetas humanoides y su integración dentro de la amalgama total. Es un conjunto de viejas y novísimas técnicas, en beneficio de la globalidad de la película. Esas técnicas que se dan la mano, y nos hacen soñar con un siguiente escalón en la calidad, inseparables a artes prístinos, y a los que Rodríguez no quiere renunciar.
El sonido Dolby Atmos (Versión Original) es una delicia. Pocas veces se puede tener una mezcla tan de referencia. La claridad de las voces y sus matices, se mezclan con la partitura de Tom Holkenborg, y un diseño de sonido transparente en la que un canal nunca solapa a otro. Los graves reverberan en su justa medida, sin eclipsar la producción multicanal, dejando disfrutar de muchísimos elementos sin opacidad. La música de Dua Lipa y su ‘Swan Song’ en los créditos suena cómo nunca, superando al CD de la OST.
Fox realiza una autoría de disco excelente. Todo dentro de un BD66 muy bien aprovechado, y usando el ratio 2.39:1, consiguiendo una enorme inmersión cinematográfica, y la posibilidad de usar el HDR10 +, o el Dolby Vision, en los que se puede comprobar una tasa de metadatos muy dinámica que obtiene unas prestaciones de élite; con dependencia de lo que se quiera conseguir, y sin renunciar a la visión original del director. Los discos estan preciosamente serigrafiados para la ocasión, en contraposición a lo que ha venido Fox haciendo en sus últimos lanzamientos.El subtitulado es de un ligero color sepia, y facilita su lectura en caso de necesitarlos.
‘Alita, Battle Angel’ es una de las cúspides de Fox dentro del formato, si nos atenemos a los parámetros de una película actual. En su codificación sin duda encuentro una de las varas de medir. No hay fallos, hay emoción, en una producción cinematográfica no plenamente comprendida, que fusiona pasado presente y futuro. Una de los discos imprescindibles del nuevo formato.
Es la imagen de Thanos desafiante, la que preside en esta ocasión el steelbook de la edición española de ‘Avengers, Infinity War’. Con rostro serio, puño cerrado, signo de determinación; y acompañado por bajorrelieves rodeando su semblante, mientras surca el cosmos inexorablemente. Su guantelete se completa con varios rehundidos, en los que encajan cada una de las Gemas del Infinito. Esa serie de trofeos que se fueron nombrando, más o menos de refilón, en sus películas predecesoras del MCU. Por detrás la imagen de un vaporoso logotípo de Los Vengadores, en segundo plano, más frágil que nunca, pendiendo de un hilo, y continuando la imagen espacial, que abierta nos muestra la fotografía completa. En esta ocasión el lomo se encarga de nombrar la película, lo que hará más sencilla su localización, si se decide almacenar lateralmente el estuche metálico. Una vez más, Disney, utiliza una semicubierta que otorga título a la portada principal, y permite tener siempre presentes, las características técnicas y la sinopsis en la parte posterior, protegiendo y ocultando la contra carátula metálica.
La ilustración interior solo recoge la fotografía de algunos de los héroes, y en la parte derecha se encuentran los dos discos de la edición. El ya usual color azul de la serigrafía no es una excepción, y así aparecen tanto el BD, cómo BD 3D. Disney /Marvel utiliza dos BD50 para cada disco. La autoría es ejemplar, y una vez elegimos el idioma del menú (inglés, francés, italiano, español o griego) se reproduce la entradilla de Marvel, y un proceso de carga, con las Gemas del Infinito en círculo, nos conduce al menú principal con secuencias de la película, acompañado de la banda sonora original, y en la parte inferior la botonera de configuración.
Su visionado en 2D es de referencia absoluta. Para ello contamos con imagen 1080/24p, códec AVC, y su ratio original procedente del Ultra Panavisión a 2:39:1. La imagen es absolutamente limpia, sin grano ni ruido; y sin ningún tipo de defecto de digitalización o posterización. La nitidez es perfecta, y la utilización de cromas y CGI es excelente, sin que en ningún momento hallemos rastros de mala renderización, lo que repercute positivamente en un vídeo muy natural y agradable de ver en todos las localizaciones del film. El contraste es bueno, y el balance de negros es correcto, con la sensación de que mejora aún más, según vamos avanzando y acostumbrando los ojos a la dirección de fotografía. El color está utilizado magistralmente, dando a cada localización espacial su particular gama de color y personalidad propia. Desde colores muy vivos, hasta lugares que requieren una luz mortecina y siniestra, siempre con una resolución del máximo estándar.
El sonido es sencillamente fabuloso. Eligiendo la pista en V.O DTS- HDMA 7.1, se consigue un equilibrio de audio perfecto. El volumen está en su justa medida, y bien distribuido. La canalización es precisa y los diálogos son diáfanos, junto con partitura y efectos de sonido; utilizando el subwoofer de forma inteligente, sin reverberaciones molestas. Todo ello sin tener que modificar excesivamente los parámetros del amplificador, a no ser que se quiera adulterar de alguna manera alguno de sus canales.
Su apartado de materiales adicionales es más rico de lo que uno puede imaginar. Su apartado de video no es muy extenso, pero sí muy ameno y agradecido de ver. Muchos no son más que featurettes, aunque algunos aporten datos de lo más interesante para profundizar en el film. Complementarias sus escenas eliminadas, muy divertidas las tomas falsas; y muy destacables los reportajes, sobre todo el denominado ‘Thanos, el Titán Loco’, con estupendas intervenciones de Josh Brolin. E insisto en la riqueza del material adicional, porque el gran premio viene en forma de audiocomentario con los Russo y sus guionistas. Todo ello perfectamente subtitulado, verdadera gema para introducirnos dentro de los aspectos más puramente técnicos del film.
Recomiendo ver la película con la introducción (de poco más de minuto y medio) de los Hermanos Russo, porque consiguen subir nuestras expectativas, y hacen que la experiencia prometa ser mucho más valiosa, incluso antes de aparecer el primer fotograma de la secuencia de Marvel. Inoculan cierta nostalgia por el pasado, y adelantan cierta ansiedad por el futuro, con un respeto al MCU y a los admiradores encomiable.
Y Marvel así sigue su curso. Desconozco si en 2008 la propia Sony supo intuir con IronMan donde quería dirigir sus metas. Lo único que es cierto es que ‘Avengers, Infinity War’ en su edición Premium en España es una edición sobresaliente que hace lucir el formato de forma ejemplar. Una edición para atesorar, y una magnífica película.
Los lanzamientos de Reel One van camino de convertirse en todo un acontecimiento. Su afán por traer títulos de Universal, que de otra forma no verían la luz; sumado a su indiscutible cariño por hacer bien las cosas, y el compromiso de tener relación directa con sus clientes, han conseguido remover mentes cinéfilas, a la par de que cada edición es capaz de verter más ríos de tinta, que muchos de los propiciados por las majors. En cada cita se vienen observando distintos movimientos, que nos hacen ver que sus aspiraciones van creciendo paulatinamente. Sin perder su sello particular, pero con pequeños nuevos elementos que van transformándose poco a poco en un proyecto mayor y más ambicioso: la búsqueda de mejores masters, pistas de audio, y la progresiva inclusión de materiales extras, que ya no se conforman con el libreto.
Para su tercera incursión en el mercado, se ha optado por traer la fabulosa ‘Huída a Medianoche’, que este 2018 cumple su treinta aniversario. Una película cercana pero compleja, que cuenta con uno de los mejores dúos protagonistas, derrochando química y camaradería en cada una de sus secuencias. El master utilizado es el más reciente y riguroso, siendo totalmente respetuoso con los elementos fotoquímicos, y ofreciendo una experiencia cinematográfica doméstica de arte mayor. La imagen se presenta sin artefactos de disminución de ruido, consiguiendo que el grano cinematográfico esté presente en la totalidad del minutaje, pero jamás renunciando a una definición soberbia, y a un contraste de colores variable dependiendo del segmento del film. Así pues el vídeo parecería en ocasiones totalmente nítido, y en otras tantas con un abultadísimo grano, e inconsistencias en los patrones lumínicos; deudores con la cantidad de localizaciones de la película, y sus distintas formas de rodaje, pero en consonancia con exteriores, interiores, y los recursos puramente cinematográficos e intenciones de su director.
Reel One utiliza un BD50, códec AVC, 1080/24p, y altas tasas de bitrate que consiguen una mejor experiencia fílmica en su ratio 1:85:1. Todo ello detallado en la contra carátula del slipcover, y el estuche del disco. Elementos, por cierto, muy cuidados, con un esmero y mimo que nos hace sentir propietarios de una edición de lujo. Buena construcción de la funda o-ring, que enfunda perfectamente el estuche contenedor; y disco con serigrafía, correspondiente a una de las imágenes promocionales de la película. El menú del disco cuenta con una excelente autoría, en la que la BSO, acompaña a un menú de fácil navegación y con animaciones del humo y el helicóptero.
Las tres pistas de audio son todas DTS HD-MA, siendo la mejor la inglesa 5.1, seguida de la castellana 2.0, y finalizando con la 5.1 en castellano. Para su visionado completo opté por la VO con subtitulación en castellano, dada la velocidad de los diálogos cómicos, y por comprobar si se adecuaban bien a los diálogos en inglés. El sonido multicanal es potente, las conversaciones claras, y el volumen es adecuado. De nuevo la editora no ha hecho una traducción literal de subtítulos, sino que ha hecho cierta labor de interpretación para facilitar la comprensión de ciertos términos coloquiales. No he detectado faltas de ortografía en la totalidad de la pista de subtítulos.
Una vez más, Reel One, nos deleita con un libreto a modo de material extra físico. Son 28 páginas contando portada y contraportada, en la que con una buena maquetación, y fuente adecuada, se nos narran diversos pormenores de la película, datos de entonces, y datos actuales. Todos ellos interesantes, y con una buena reproducción de fotocromos de la época en sus páginas finales, que decoraban los cines de aquel entonces. Por primera vez se nos ofrece materia extra cómo tal. En este caso es una featurette de ocho minutos de duración, en los que se ahonda con opiniones y más datos de la época de la producción. También incluye un trailer de poco más de un minuto. Todo subtitulado, tal y cómo se indica en el cuadro de especificaciones técnicas.
Los materiales de primera, la proyección cada vez más exigente, y todo ello con un mismo fin: fabricar un producto a la altura, del que su espectador pueda sentirse orgulloso. Reel One continúa con su andadura, en este caso con ‘Huída a Medianoche. Quien conozca este título verá sus expectativas colmadas, y quien pise terreno nuevo descubrirá una película fabulosa con lo mejor que el formato puede dar.
