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Peter McNulty

32 años Hombre


Se unió a mubis el 7 Enero 2013

Artículo: El final de Toro Salvaje

Artículo: El final de Toro Salvaje

13 comentarios

Peter McNulty
Peter McNulty hace más de 4 años ...

Muchas gracias por tu comentario, MacNamara!

El post ha tenido pocas visitas pero me alegro de que aquellos que os habéis animado a leerlo y a comentar os haya gustado :)

Un saludo a todos!


MacNamara
MacNamara hace más de 4 años ...

Lo digo sinceramente @Peter McNulty: extraordinario post. me encantan esos homenajes de los que hablas. Espero más posts así. Gracias


Peter McNulty
Peter McNulty hace más de 4 años ...

Muchas gracias a ti por leerlo y por comentar, Angel Jesus Martin Soto!


Angel Jesus Martin Soto
Angel Jesus Martin Soto hace más de 4 años ...

Fantástico, muchisimas gracias por compartirlo Peter McNulty.


Peter McNulty
Peter McNulty hace más de 4 años ...

Muchas gracias por vuestros comentarios, Fassbinder, Phöenix725 y James_Dundee!

Con lo que me habéis escrito todos, bien ha merecido la pena el tiempo invertido en la redacción del artículo :)


James_Dundee
James_Dundee hace más de 4 años ...

Gran aporte Peter McNulty.


Phöenix725
Phöenix725 hace más de 4 años ...

Me ha encantado leerte compañero. Más aportes asi.


Fassbinder
Fassbinder hace más de 4 años ...

Siempre he pensado que todo lo extraordinario merece ser compartido. Y este articulo Peter McNulty lo és, y más haciendo referencia a esta auténtica obra maestra, dirigida por el mejor Scorsese.
Felicidades por el post, brillante en sí mismo, y de un contenido de sumo interés.


Peter McNulty
Peter McNulty hace más de 4 años ...

Muchas gracias, KAL-EL y Gothia!

Alien, no me hubiera perdonado no mencionar la cinta de PTA, como bien dices el plano inicial es un claro guiño al célebre plano secuencia de Liotta con Bracco entrando al restaurante.
Muchas gracias también por tus palabras!

No he querido alejarme demasiado de mi idea inicial de centrarme en el final así que he dejado fuera la influencia de la escena de la ducha en Psicosis en la escena en la que, contra las cuerdas, LaMotta recibe una brutal paliza.


Alien
Alien hace más de 4 años ...

Sinceramente, espero que haya más participación en este post porque has hecho un aporte enriquecedor para aquellos que adoramos Toro Salvaje. Me ha gustado mucho y por eso, Peter McNulty, te doy mi enhorabuena por tan brillante análisis.

Y me ha encantado la inclusión de Boogie Nights. Para mí, la película de Martin Scorsese que no ha dirigido Martin Scorsese. Paul Thomas Anderson rindió homenaje a unos de sus directores fetiche, desde la primera secuencia (homenaje a Goodfellas) a la última que comentas, pasando por otra referencias a lo largo del filme.

Un post de 10, enorme.


KAL-EL
KAL-EL hace más de 4 años ...

Sin palabras Peter, sin palabras. Un gran articulo.


Peter McNulty
Peter McNulty hace más de 4 años ...

El film termina con un obeso LaMotta, interpretado por Robert De Niro, preparándose en el camerino antes de una actuación. Ensaya un monólogo de la película de Elia Kazan La Ley del Silencio (On the Waterfront, 1954). Las líneas en la película de Kazan eran la amarga acusación por parte del personaje de Marlon Brando a su hermano de haberle arruinado la vida (precisamente por haberle obligado a dejarse ganar en un combate de boxeo, al igual que hizo LaMotta en su apogeo como púgil).

El ex boxeador, reinventado como recitador de grandes escritores, no acusa a su hermano, no responsabiliza a nadie de su infortunio, está hablándole a su propio reflejo.

“Deberías haberme cuidado sólo un poco. Deberías haberme cuidado en lugar de hacerme aceptar dinero sucio. No lo entiendes, pude tener categoría. Pude haber conseguido el título. Pude haber sido alguien en lugar del fracasado que soy ahora. Reconozcámoslo, fuiste tú, Charlie. Fuiste tú.”

LaMotta se da ánimos antes de salir a escena, como hacía antes de un combate, y corte a negro.

https://m.youtube.com/watch?v=YQ3T3lZvE_U

Entonces unos versículos del evangelio de San Juan ocupan la pantalla:

—Confiésalo ante Dios: nosotros sabemos que ese hombre es un pecador.
Contestó él:
— Si es un pecador, no lo sé; solo sé que yo era ciego y ahora veo.

¿Cuál es mi interpretación a que la película termine así?

Jake LaMotta ha sido sin duda un pecador (gula, lujuria e ira) ¿se ha redimido? ¿unos años de arrepentimiento limpian otros llenos de abusos físicos y psíquicos a su hermano y a su esposa? No lo sabemos pero al menos LaMotta era ciego y ahora puede ver.

Ya no señala a otros (los mafiosos italianos que manejan el boxeo, una supuestamente infiel mujer y después a un hermano “traidor”) a los que culpar de su debacle, ha perdido su carrera, su prestigio y a su familia pero ahora sabe que el culpable está frente a él cuando se mira al espejo.

Hablando de espejos es obligatorio sacar a colación como el devastado LaMotta no es sino el avatar del realizador. Martin Scorsese, perdón por la expresión, estaba en la mierda antes de embarcarse en el proyecto.
Al igual que el boxeador, Scorsese había tocado el cielo con los dedos y después se había hundido en la miseria.

Si LaMotta tras ser campeón del mundo de los pesos medios, vivió su momento profesional más bajo cuando aceptó perder en un combate amañado, Scorsese tras ser un director afianzado en el panorama cinematográfico (ej. Palma de Oro en Cannes por Taxi Driver) ahora había sido protagonista del estrepitoso fracaso de su último film, New York, New York (1977).

Ingresado en el hospital, depresivo y cocainómano, Scorsese recibió la visita de su amigo y colaborador De Niro. El actor le traía la historia de un boxeador, de su ascenso profesional y de su descenso personal a los infiernos.

Toro Salvaje es la quintaesencia Scorsesiana de la autodestrucción del individuo que es víctima de sus propios demonios.

LaMotta quiso enamorar a la chica de sus sueños y acabó casándose con ella, quiso conseguir el mayor reconocimiento para un boxeador de peso medio y lo hizo. Y pese a todo, el hombre que lo obtiene todo se siente más vacío que cuando no tenía nada.

El boxeador es presa de sus instintos más primarios, tiende al sobrepeso por su insaciable apetito, es enfermizamente celoso con su mujer, y más tarde se vuelve paranoico y cree que su hermano (un genial Joe Pesci) le ha traicionado acostándose con su esposa.

Scorsese nos introduce en la mirada del protagonista en los momentos en los que la sangre le hierve y esos instintos se apoderan de él. Por ejemplo cuando en la escena de la cita en el mini golf mira con deseo a su futura esposa, interpretada por Cathy Moriarty, pasamos a un plano subjetivo a cámara lenta que avanza hacia ella.

Estos planos subjetivos a cámara lenta se repetirán varias veces durante el metraje y servirán para plasmar visualmente la psicología de nuestro protagonista, tanto dentro del cuadrilátero como cuando mire con odio a otros personajes (ej. Cuando está tomando unas copas en un local y los mafiosos italianos a los que desprecia están en otra mesa).

Como se decía en El Odio (La Haine, 1995) “lo importante no es la caída, sino el aterrizaje” y aunque vemos caer durante años a LaMotta las consecuencias las nota al impactar contra el suelo:

Orondo cual cetáceo y tras ser la vergüenza para su deporte, se retira del boxeo. Cansada de sus celos y de sus palizas, su mujer le abandona. Debido a sus paranoias y sus malos tratos, su propio hermano corta los vínculos con él.

Convertido en una vieja gloria que sobrevive como cómico de tercera categoría, es acusado y encarcelado por dejar beber y presentarles a hombres a dos menores de edad que estaban en su local.

Y en la cárcel presenciamos su “aterrizaje”, le vemos hacerse añicos al abrir los ojos y descubrir dónde ha terminado (yo interpreto que éste es el paralelismo a cuando Scorsese abrió los ojos, sólo que en su caso no fue en una celda sino en una habitación de hospital).

“Imbécil... Imbécil… Imbécil… (Repetición) ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? (Repetición) ¡Aaahhh! ¡Desgraciado! ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? (Llora) Mis manos… ¿Por qué lo has hecho? ¿Por qué, estúpido? ¡Estúpido! Maldito estúpido... Animal… Yo no soy un animal… Yo no soy un animal, ¿por qué me tratan así? …malo… Yo no soy tan malo… Yo no soy tan malo… Yo no soy lo que creen”.

https://m.youtube.com/watch?v=AoPqqlFZhOQ

Podemos volver a ver una crónica de estas características observando cómo el lujurioso, drogadicto y crematómano (enfermo por ganar dinero) Jordan Belfort no alcanza la felicidad pese a casarse (una vez más) con la mujer de sus sueños y pese a ser un multimillonario idolatrado por su manada en El Lobo de Wall Street (2014).

Y regresando a Toro Salvaje, lo que ocurrió tras el final de la película es Historia. Martin Scorsese se redimió con este trabajo que fue aplaudido por crítica y público y que, entre otros reconocimientos, le brindó a De Niro su segundo Oscar.

Los años pasan, Toro Salvaje es tan dolorosamente brillante como el primer día.

Bonus track:

17 años después del estreno de Toro Salvaje llegó a las pantallas de cine una de mis películas favoritas, Boogie Nights (1997).

El film de Paul Thomas Anderson termina con un clarísimo homenaje al film de Scorsese (por cierto, da que pensar cómo cineastas de distintas generaciones se van pasando el testigo y respetan el legado de los genios que los precedieron. Scorsese homenajeó a Kazan y PTA hizo lo mismo con el cineasta italoamericano).

Dirk Diggler (interpretado por Mark Whalberg), protagonista de Boogie Nights, ha recorrido un camino paralelo al de LaMotta, cambiando el duro mundo del boxeo por el sórdido de la pornografía. Tras haber tocado fondo, se ha reencontrado a sí mismo, en su caso volviendo con su “familia” que forma parte de la industria del entretenimiento para adultos.

Tan evidente es el homenaje que tras hablar con su reflejo, y tras airear cierta parte de su anatomía, Diggler se da ánimos antes de salir al plató pero en lugar de soltar al aire golpes de boxeador, ensaya movimientos de karate.

En este vídeo podéis ver primero la escena de Toro Salvaje y a partir del 3:27 la de Boogie Nights.

https://m.youtube.com/watch?v=SSBZDnQROK4

Muchas gracias por vuestra atención!


Peter McNulty
Peter McNulty hace más de 4 años ...

Antes de la llegada de la nueva cinta de Martin Scorsese, El Irlandés, me he propuesto revisionar mis films preferidos del cineasta neoyorquino.

Y hoy os traigo un pequeño artículo sobre la última escena de Toro Salvaje (Raging Bull, 1980), el retrato en blanco y negro sobre el boxeador del Bronx Jake LaMotta.


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