Ben Shockley

Muchas gracias por compartir esta historia aquí, Ben Shockley. Es muy bonita y destila amor por el cine. Qué suerte tienes de conocer a alguien como Jacinto, y qué suerte tiene él de tenerte como amigo.

De nuevo gracias por vuestros comentarios, me alegra ver que mucha gente comparte lo que he tratado de transmitir con el post.

Agradecido de corazón.

Preciosa historia y un detallazo por tu parte ;)

Maravillosa historia que nos demuestra que cuando se comparte una pasión los años de diferencia son una pequeña anécdota...

Ben Shockley, mis respetos. Este es el post más interesante que he tenido el placer de leer en Mubis. Una historia de amistad sincera y evocadora, que rezuma amor por el cine, por el cine de verdad, por todos los costados.

Esto que si es un regalazo, una historia muy bella que me ha me ha llegado muy profundamente compañero.

Mis más sinceras gracias de corazón a tod@s por vuestros comentarios.

Una bonita historia y muy bonito detalle, gracias por compartirlo Ben Shockley. Coincido en que sin duda produce más felicidad el dar, ya sea algo material o simplemente un poco de nuestro tiempo, que recibir.

Que bonita historia. Pecioso cuando algo como el cine hace tan feliz a alguien y une personas.

:__)

Mientras leía tu historia me vino a la cabeza la música de Cinema Paradiso. Qué historia más bonita. Me alegro por él por tener un amigo como tú.

Cuando une el cine (o cualquier afición)... bufff, es algo grande. Si por encima, con el compartes afición, tiene mucho que contar o enseñar, se convierte en algo especial.

Gracias por compartirlo con nosotros, de verdad.

Conmovedora anécdota, y la forma en que la cuentas.
En mi anterior trabajo en una tienda de alimentación, llegué a hacer entre los clientes, muchas amistades que aún conservo y de vez en cuando voy a visitar. Uno de ellos es también un señor de avanzada edad que conociendo mi afición por el cine, se presentó un día cercano a semana santa con un DVD de la Pasión de Cristo insistiendo que la viera en esas fechas, y me dijo que me lo podía quedar, que él ya la tenía repetida.
Yo, a modo de agradecimiento, respondí obsequiándole con una copia de La vida de Brian en DVD, ya que la tenía en Blu-Ray y me pareció un buen contrapunto a su recomendación. Él nunca había oído hablar de esa película, nisiquiera conocía a los Monty Python, y su primera impresión fué algo reacia por tratarse de una comedia, pero me prometió que la vería.

Al día siguiente, pasó por la tienda, y me dijo que no me podía ni imaginar lo que se hartó de reir con ella. Y tal y como dices, eso me llenó más de felicidad que el detallazo que él tuvo.

Se me ha metido algo en el ojo :_) Qué bonita anécdota. Muchas gracias por compartirla compañero, y un gran detalle por tu parte. Coincido totalmente en que muchas veces llena más regalar algo que sabes que le va a hacer ilusión a una persona especial, que el comprar para uno mismo o recibir un regalo.

Una emotiva historia. Ojalá que si llego a esa edad tenga algún amigo como tú.

Excelente regalo compañero.

El sábado por la tarde, en mi visita “obligada” de cada semana a mi tienda favorita, encontré ésta auténtica ganga que además de un espléndido libro sobre François Truffaut, ilustrado y escrito por Paula Bonet, incluye 7 de sus películas más conocidas: Los 400 Golpes (1959), Jules et Jim (1962), La piel suave (1964), Besos robados (1968), Domicilio conyugal (1970), El amor en fuga (1979) y La mujer de al lado (1981).

Se trata de una edición limitada de 1.000 ejemplares de la firma AVALON lanzada en 2016 y si bien las películas són en formato DVD, incluye entrevistas, making of, escenas eliminadas, ofreciéndonos en total más de tres horas de extras duración.

En su momento la compré a su precio de salida, que se situaba por encima de los 70 euros porque ansiaba tenerla lo antes posible.

Si ya la tengo, ¿porque la he vuelto a comprar?

Normalmente soy yo quien va a su casa, pero cuando sus cansadas piernas y doloridos pies por la artrosis se lo permiten, es Jacinto quien viene a la mía. Y cada vez que lo hace, me pide por favor si le dejo hojear el libro, a lo cual por supuesto siempre accedo (es la única persona a quien permito tocar mis películas, libros y cómics). Y durante un buen rato, con sus necesarias gafas de lectura, lee, relee y contempla las ilustraciones del libro mientras compartimos una merienda y también muchas veces hemos cenado viendo las películas.

¿Quién es Jacinto? Un entrañable anciano de 95 años con los achaques propios de su edad pero con una mente totalmente lúcida. Como mucha gente, junto a sus padres, tuvo que emigrar a Francia en un período convulso de la historia de España. Allí, no sólo encontró una nueva vida, sino que halló un trabajo, proyectista de una sala de cine en París, que además de ser su medio de ganarse el pan, le permitiría vivir la gran pasión de su vida, EL CINE.

Descubrió a Renoir, Godard, Tati, Chabrol, Carmé, Melville, Cocteau, Bresson, Ophuls y muchos otros directores no sólo franceses sino de todo el mundo, llegando a conocer algunos de ellos en persona. De entre todos, Truffaut, con quien compartió infinidad de encuentros hace ya muchísimo tiempo, se ganó su amistad a nivel personal y la plena admiración por las historias que transmitían sus películas.

Paradojas de la vida, mi abuelo paterno también era proyectista de cine. Tres personas han sido claves para mí. Mi padre me inculcó la pasión por el cine desde pequeño, mi abuelo me llevó por primera vez a uno cuando tenía nueve años y ya de adulto, un vecino del barrio, Jacinto, me ha brindado miles de horas de conversación contándome anécdotas, historias, hechos, películas, vidas de actores, directores y un sinfín de vicisitudes suyas de carácter cinéfilo.

Viendo como acariciaba las páginas del libro y como sus ojos reflejaban la emoción de días pasados volviendo a ver las películas que tanto han significado en su vida, varias veces he insistido para que se quedase la edición, pero Jacinto, que como otros muchos miles de jubilados cobra una pensión que a duras penas le da para vivir, siempre ha rehusado porque es conocedor del precio que pagué y considera que no puede aceptar mi ofrecimiento.

Ayer, como llovía y no sale de su casa cuando llueve por la incomodidad de llevar el paraguas en una mano, el bastón en la otra y el temor a resbalarse, fui a verle y nada más sentarnos le dejé delante la edición que compré el día anterior a precio de ganga, sin quitar la etiqueta para que viera que no me había gastado lo que para él es una fortuna y convencerle así de que aceptara mi obsequio.

Espero y deseo que hayáis vivido algunos de esos momentos inolvidables en los que dos personas se miran a los ojos y ante la imposibilidad de articular palabra alguna, un abrazo de agradecimiento, admiración y respeto mutuo transmite más que cualquier cosa que se pueda decir.

Aunque tiene un lector dvd que le regalé hace ya unos años cuando compré mi primer reproductor bluray y le voy dando todas las películas que van cayendo en mis manos por mis contactos en el sector, su tv es una pantalla plana de 20 pulgadas ya anticuada, la que pudo pagar a plazos cuando su viejo Philips K20 que le duró 25 años dijo basta. Desgraciadamente al estropearse su reproductor de video no pudo costear su reparación y la irrupción del bluray hizo que arrinconara su colección de más de 3.000 videos beta, vhs y 2000 que con tanta pasión y esfuerzo había conseguido reunir, ya fuese comprando cuando podía hacerlo o grabando de la tv.

Así que hoy vendrá a cenar a mi casa y estrenaremos su regalo viendo por enésima vez su película favorita de Truffaut, JULES ET JIM...para recordar al gran amor de su vida, Jeanne Moreau, a la que conoció en persona y…!pero esa es otra historia!

Y es que a veces, te brinda más felicidad hacer un regalo que recibirlo.