Aitz

yo también Tony

La vi el otro dia y me dejo en shock.

Muy buena, espero que warner la edite en formato fisico como las grandes series de hbo

no había leído vuestros comentarios. Gracias!! ;)

Excelente crítica (como siempre).

No soy muy de series pera esta serie me la voy a ver.

Gracias por tu critica.

Recién visto el quinto y último y ha sido el colofón perfecto para cerrar esta gran serie.

Gracias Gothia. Me alegro ;)

Gracias a todos! Yo creo que sí la sacarán en Bluray... Como dice Grissom ha tenido mucho éxito. ¡Espero!

Necrophobic, con las críticas y el éxito que está teniendo sería una locura que no la sacasen en BD. Si salen otras miniseries de HBO como la reciente Heridas Abiertas, ésta deberían editarla.

Muchas gracias por compartir tu opinion Aitz.

Si antes estaba decidido a seguirla ahora más por lo que comentais gracias Aitz.

Gracias Grissom. Sí, la verdad es que saber muy por encima cómo funciona un reactor nuclear alivia bastante la parte técnica de la serie.

Gran crítica, Aitz. Desde el tráiler ya se me pusieron los dientes largos. Aún no me he podido poner con ella, pero en cuanto pueda me la veré. Mientras tanto, en pequeños ratos libres echo un ojo a información sobre el suceso para ponerme en situación.

Gracias.

Yo desde el día del estreno en directo y en ello estoy. Ahora a la espera de materia oscura

Currahee, estoy preparado y con ganas, por todo lo oído dicen que es una maravilla, a ver si consigo el 5 capítulo y como me enganche ( que seguro lo hará) la veo sin ir a mear.

Alfonso cinco horitas tienen la culpa, prepárate que es brutal.

Muchas gracias a los tres!

Con muchas ganas de verla, muchas gracias por tu elaborada crítica

Muy buena crítica, la semana que viene me la trago del tirón, le tengo muchas ganas.

Aitz+100
Lo has "clavao" compañero, gran post y crítica, enhorabuena.

He de destacar que comencé a ver Chernobyl el día siguiente a su estreno en HBO, y me enganchó y la alabé antes de esta avalancha de elogios hacia la serie que ha inundado Internet. Con esto quiero decir que mi entusiasmo hacia Chernobyl no está condicionado por su extraordinario éxito en las redes, que sin duda creo que puede coartar (tanto para bien como para mal) la apreciación de quienes la vean ahora.

Chernobyl es SUBLIME. Es fiel a la historia real (con sus licencias necesarias para la adaptación a un producto dramático que deba contarse en pocas horas), sobrecogedora, sensible y respetuosa. Desde el principio queda claro que ésta es una historia de personas y que, aunque los motivos técnicos y los datos duros empujan el argumento (y tienen mucho peso, sobre todo al final), las causas o el misterio por desvelar el "por qué" no son el foco de la serie, sino las acciones de los involucrados y las consecuencias que el desastre tuvo en ellos. Una búsqueda en Wikipedia puede aportarnos información más detallada de lo que pasó en la central de Chernobyl aquel día, de cómo se solucionó el problema, pero los registros suelen ser insuficientes para transmitirnos lo que vivieron sus víctimas, y a menudo podemos olvidarlo. Así que la serie nos muestra diferentes puntos de vista humanos, muy dispares, sin perder la cohesión o vacilar en el ritmo. Y todas estas pequeñas historias están contadas con tanto mimo y son tan desgarradoras que en su conjunto conforman un precioso y triste mapa de sacrificios, héroes y vidas arruinadas. Lo mejor es que no es un drama manipulador. Se muestra lo justo y necesario para honrar la realidad pero sin caer en el morbo, y de hecho muchas escenas fueron eliminadas (os recomiendo los Podcast en HBO Youtube) para no caer en la trampa de lo gratuito. Las interpretaciones (fantásticas por parte de todo el reparto) nos bastan para ponernos los pelos de punta.

Quizás la serie no sería tan trascendental y tan importante sin el marco sociopolítico que construye en torno al drama. Chernobyl no sólo es la historia de un accidente nuclear, sino también la de un país, un sistema, que obsesionado por el orgullo propio se olvida de aquellos a los que prometió servir primero: el pueblo. Cinco capítulos sobre una catástrofe son utilizados espléndidamente para dibujarnos una imagen clara de lo que la Unión Soviética hacía de sí misma. Las consecuencias del despotismo, de las mentiras, de la corrupción... las sufrieron a lo largo de su historia los mismos que sufrieron las consecuencias del accidente en Chernobyl (absolutamente fantástica la escena de la señora ordeñando la vaca). Y la serie, mostrando este aspecto de aquel sistema, nos recuerda indirectamente que ése es un problema universal. Las mentiras no eran el arma de doble filo de soviéticos, comunistas, burócratas... lo es de cualquier país y de cualquier poder que se olvide de lo que es verdaderamente importante. Hoy en día, esa moraleja no podría ser más relevante.

El logro de Craig Mazin (creador y guionista) y Johan Renck no es sólo diseñar una serie con un balance perfecto entre el análisis político-social y el drama más personal, sino ser conscientes de la estructura que debe seguir para ser efectivo, sabiendo ordenar los tiempos, sabiendo manejar las prioridades. Por eso vemos el final del protagonista al comienzo de la serie, porque todos conocemos cómo terminó el desastre (de hecho, estamos vivos), el viaje no va a tratar sobre cuál es el desenlace sino cómo se llega a él y por qué situaciones pasaron las personas que lo vivieron; o por eso no se nos muestra la rutina pre-accidente en Pripyat hasta el último episodio, porque la odisea para todos aquellos inocentes comenzó en el momento de la explosión que sacudió sus hogares, y ver lo normal que era la vida allí nos es a los espectadores como un puñetazo de nostalgia cuando ya sabemos por lo que acabaron pasando. Viendo esas imágenes no podía parar de pensar "Pobre gente...". Verlas antes de todo habrían significado mucho menos.
Son detalles elegantes y conscientes que causan la reacción emocional en el espectador por medio de la verdad, sin recurrir a la manipulación dramática tradicional.

Quiero mencionar el que quizás es el aspecto que más me ha marcado de toda la experiencia. Como he dicho antes, Chernobyl nos muestra muchas piezas del evento desde distintos puntos de vista. Hay innumerables momentos en los que dejamos a un lado a los protagonistas, a esos actores y actrices de lista A (perfectos Jared Harris, Emily Watson, Stellan Skarsgård...), y acompañamos a gente desconocida, a héroes que o bien por voluntad propia, o bien por obligación, o bien por ignorancia, dieron sus vidas para solucionar el problema. Lo curioso del asunto es que en la mayoría de los casos, por las circunstancias de la situación, ni siquiera les vemos la cara, oculta bajo una máscara anti-contaminación. No los conocemos, ni les vemos el rostro, no sabemos sus nombres, pero estamos con ellos durante una lucha contra una fuerza destructiva invisible y presenciamos su sacrificio por un bien mucho mayor que ellos. Me rompe el corazón.

No creo que sea necesario detenerme a alabar el guión, la dirección, la fotografía, el diseño de producción, la banda sonora (soberbia Hildur Guðnadóttir)... Está claro que este halago escrito al producto final lleva implícito el elogio a todos esos departamentos que lo hicieron posible.

Chernobyl está ahora mismo calificada en IMDB como la mejor serie de la historia. No voy a decir si creo que lo es o no. Sinceramente, me da igual. Es una producción brillante, con un guión buenísimo y una dirección que contribuye a su pulso sereno y elegante, alejado de los sensacionalismos o el drama fácil. Chernobyl es un llamamiento al recuerdo, a la valentía, a la verdad... A muchas otras cosas no tan buenas que nos definen como humanos y que nos llevan a cometer errores una y otra vez y a derrochar vidas inocentes, pero también -por qué no- a nuestra capacidad de lograr cosas asombrosas.