Sardaukar77

De hecho estas son el tipo de cosas que me gusta leer en Mubis y por lo general en cualquier foro o página dedicada al cine.

sardaukar77 claro que cabe en la temática de mubis, es una pagina de bluray , cines y series, y si un usuario , sube un post sobre su análisis de un determinado tipo de cine, por mi parte será tremenda mente agradecido, espero que subas mas , saludos

Gracias, dan2, Noldor. Este es el tipo de cosas sobre las que me gusta escribir, pero no lo subo más a menudo porque entiendo que no es la temática ni la finalidad de mubis. Saludos.

Estupenda aportación, Sardaukar77. Admito que no lo conocía, muy interesante.

No he visto Amelie, pero es cierto eso que dices de que ni miraban la carretera. El cine de antes tiene muchas virtudes, pero hiperrealista, hiperrealista no era, no.

Gran homenaje sardaukar77

Cacho de lapsus que he tenido escribiendo ostia, mas bien viniendo al tema la verdad que estos planos clásicos siempre me han gustado... Me hizo gracia cuando en la película 'Amelie' comentan sobre estos planos y que en muchos están conduciendo sin mirar la carretera en ningún momento. A veces pasaba, pero tienen su grandeza.

Hombre, yo creo que viene al tema perfectamente, jajaja

No viene mucho al tema pero me encantan estos planos clásicos.

Si les menciono a Russell Metty (en ocasiones con L. intercalada) es probable que no sepan de quién demonios les hablo (con la excepción tal vez de si he ido a dar con un cinéfilo empedernido o uno con vocación de freak-enciclopédico).

Si les hablo de También somos seres humanos, El mundo en sus manos o Imitación a la vida, quizá algunos sabrán que se trata de tres grandes obras del cine clásico, pertenecientes a tres géneros tan dispares como el bélico el cine de aventuras y el melodrama. Y que fueron dirigidas, respectivamente, por William A. Wellman, Raoul Walsh y Douglas Sirk.

Si les menciono las películas Espartaco o Sed de mal, aquí ya creo que será unánime el reconocimiento: dos de los más grandes títulos de su tiempo, pertenecientes a dos totems de la dirección como son Stanley Kubrick y Orson Welles.

¿Y qué relación tienen todos ellos? Pues la labor del primero, del señor Russell (L.) Metty, como director de fotografía en todos los films citados anteriormente, y en otros 150 aproximadamente a lo largo de una carrera que abarcaría desde 1934 hasta 1972 (a la que habría que sumar su labor para el medio televisivo hasta 1977).

Pese a haber obtenido el Oscar por su fotografía para Espartaco, y pese a haber trabajado a las órdenes de, entre otros, Don Siegel, Franklin J. Schaffner, John Huston, Edward Dmytryk, Norman Jewison o los ya mencionados William A. Wellman y Douglas Sirk (en este último caso, en nada menos que 10 ocasiones, siempre con resultados encomiables), la reputación de Metty jamás alcanzó la de otros maestros de la profesión como, por ejemplo, Gregg Toland (a quien se le deben muchas de las aportación de Ciudadano Kane), Lucien Ballard (Grupo salvaje, Atraco perfecto) Freddie Young (Lawrence de Arabia, Lord Jim), Geoffrey Unsworth (2001, Cabaret) o Vittorio Storaro (Apocalypse Now).

Contratado por la RKO durante los años 40 y al servicio de la Universal la década siguiente, Metty representa a la perfección al profesional medio del viejo sistema de estudios del cine clásico hollywoodiense, capaz de comprometerse y ofrecer su talento por igual tanto al más reputado de los cineastas como a cualquiera de los directores de segunda encargados de cumplir con la cuota de westerns de serie B y films de aventuras de la temporada (George Sherman, Reginald Le Borg, Frederick de Cordova...)

Esta sea, quizá, una de las razones de su discreto reconocimiento (cuando no olvido absoluto): el hecho de que su filmografía, a pesar de puntuales obras maestras y no poco cine con mayúsculas, está integrada por un sinfín de trabajos menores, correctos y grises, tan bien acabados desde un punto de vista formal (virtud probablemente más achacable a Metty que a la labor de sus directores en la mayoría de casos) como poco remarcables desde el punto de vista de estricta calidad cinematográfica.

Valga este pequeño tema para reivindicar humildemente a una de las figuras menos recordadas del Hollywood clásico.