Ravenholdt

Nunca me gustó así que puede decir lo que quiera.

En The Score también tuvo problemas con Frank Oz (director). Se dice incluso que la película la terminó de rodar De Niro porque la actitud de Brando afectó incluso a la salud del director. Yo me dí cuenta que los planos de Brando son más largos porque éste no quería perder tanto tiempo en las tomas.

Con Donner en Superman, por lo visto, tambien tuvo problemas, sin embargo, se dice, que Richard Donner supo tratarlo para sacar lo mejor de él. Siempre se ha sabido que Brando tenía un especial desprecio por su profesión. Sobretodo al final de su carrera...

Al parecer el guionista le echa la culpa de todo al sobrepeso de Brando. En la misma época Brando rodó con el mismo sobrepeso títulos tan dignos como "Don Juan de Marco" o "The Score, un golpe maestro" y no parece que los kilos le restaran talento. Si la película era una basura la culpa no parece que fuese de Brando.

Hace poco tuve la oportunidad de volver a ver La isla del Dr. Moreau y la verdad, muy desaprovechada, va cuesta abajo y sin frenos. Y dudo mucho que la culpa de todos los males la tuviera Brando o Kilmer.

No lo creas, la película se saboteó a sí misma, fue un auténtico despropósito de principio a fin. Brando y Kilmer se limitaron a transitar por ella de la forma más digna, aunque acabaron haciendo el ridículo seguramente por exigencias del guión.

Siempre se ha odio el caracteres que tenia Brandon en los rodajes, normal que este director estuviera tan quemado.

Según revela el diario británico The Guardian, Ron Hutchinson no se corta a la hora de describir a Marlon Brando. En palabra del propio guionista: "Marlon Brando era mi ídolo, pero se comportó como un monstruo y parecía que quería sabotear la película". Hutchinson tampoco se corta a la hora de calificar el proceso de producción asegurando que fue "uno de los legendarios desastres cinematográficos de todos los tiempos. Un accidente de tren de 40 millones de dólares".
El guionista prosigue con su crítica, comentando que el actor llegó a pesar "más de 130 kilos" durante el rodaje. También declara que Brando pasó más tiempo en su caravana comiendo toneladas de pizza que aprendiéndose los diálogos del guion. "Quería improvisar constantemente. No salía de su caravana, sólo respondía a la puerta cuando llegaba el repartidor de pizzas. Esa fue la mejor noticia para los pizzeros de Cairns, en esa ciudad pequeña Brando consumió cantidades industriales de pizza mientras rumiaba qué diablos iba a hacer cuando tuviera que enfrentarse a las cámaras. Creo que hubiera podido ver un terror existencial allí", declara.
"Al final, todos se comportaron como monstruos", comenta Hutchinson de manera irónica, puesto que la película va justamente de un médico que desea crear una isla habitada por montruos. "En esa etapa de su vida, Brando, interpretaba al dios de la isla de Moreau y emergió también el dios de la producción, estaba cansado de hacer películas. Con sobrepeso, sin preparación, irónico, despectivo [...] Estaba aquí para sabotear la película", declara.
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