MacNamara

Es que me da rabia y alegría a la vez, pues no puedo compartir aún mi opinión. No la he visto. Caerá más pronto que tarde. Uno de los mejores Cineclubmubis realizados hasta el momento (y van unos cuantos).

@Alien, agradezco sinceramente tus palabras y no sé que decir. En absoluto me considero un pilar de mubis, puesto que en esta página hay gente que sabe muchísimo más que yo de cine pero que, por el motivo que sea, no lo desarrollan. Lo que no tiene la mayoría de usuarios es lo que tengo yo actualmente: tiempo. Hacer un CineClubMubis, de la forma que a mí me gusta, requiere tiempo, para visionar, analizar y desarrollar aquello que quieres compartir. Porqué al final se trata de eso, de compartir una pasión y ayudar un poquito para que cada vez más gente descubra o profundice en joyas cinematográficas que pueden haber pasado por alto.

@Fassbinder, de momento nos han puesto una sección de fotos exclusivas, pero estoy de acuerdo, algo más de relevancia para esta iniciativa sería bien recibida.

A tod@s los compañer@s que habéis comentado, muchísimas y sinceras gracias por hacerlo y por esas palabras de ánimo que, sinceramente, valoro enormemente. Mentiría si dijera lo contrario. Un abrazo a tod@s.

@Cortos de cine, ves comprando las birras que ya tengo el pasaje. Llego mañana!!!

Curradísimo post amigo, mil gracias por la recomendación

Otra que tengo pendiente de ver. Gracias por la recomendación

La tengo pendiente, vi hace unos años "Deseando amar" (que me encantó) pero la quiero volver a ver antes de afrontar "2046".

Muchísimas gracias por esta nueva entrega del CineClub, MacNamara. He parado cuando iban a empezar los spoilers, pero hasta ahí es un enorme aporte, como suele ser habitual en ti. Estoy deseando ver la película para poder leer el resto de tu análisis.

Fantástica exposición MacNamara, está aún la tengo pendiente.

Imposible no rendirse a la evidencia. Esta es una de las mejores intervenciones de largo en esta sección.
Espero que los responsables de mubis tomen buena nota de ello, para darle algo más de relevancia en un futuro a este proyecto.
Referente a la película. He leído algunas críticas y escuchado varias opiniones, pero aún no la he podido ver. Probablemente como comentas, el año que viene si vemos la obra de Wong Kar-wai editada en 4K, me haga con ella y le de solución.
En fin, MacNamara. Me he recreado tanto con el post, que has conseguido que me tragara todos los spoilers.

Tenia pendiente Deseando Amar y tengo pendiente esta 2046. Nose donde voy a encontrar ambas peliculas pero voy a intentarlo con todas mis ganas.
Mil gracias por el post, por seguir CineClubMubis y por conseguir q me entren ganas de ver estas dos peliculas!
MacNamara tengo q dar la razon a Alien. No conozco a nadie de Mubis en persona pero estaria muy bien q te pasaras X Melbourne a tomarte alguna cañita conmgo y charlar de cine, jajajaja
Saludos

Confieso que la tengo pendiente de visionado.

Hay gente que me la ha recomendado y otra que me dice que la encuentra insustancial, así que la única manera de salir de dudas será verla por uno mismo y viendo que algunos de mis colegas de referencia en mubis apuestan decididamente por ella, ya no me queda duda alguna de que poco o mucho seguro que le encuentro el punto de interés.

Gracias por un nuevo CineMubis compañero MacNamara, tus trabajos de exposición, detalle de información y análisis en ésta sección són sumamente excelentes y muy de agradecer.

Mis felicitaciones por este enorme CineClubMubis. Se nota el trabajo y tiempo empleado y eso es de agradecer. En efecto, yo también aconsejo ver In the Mood for Love antes que 2046, aunque pueda verse de forma independiente. También estoy de acuerdo en una cosa que comentas: posiblemente una película no se entienda en su globalidad, pero eso no quita para que uno pueda disfrutarla. Eso me pasa mucho con otras películas, pero lo importante es que no sientas que te están tomando el pelo. Y eso, por supuesto, no sucede con 2046, que es una gran película.

Así que, MacNamara, mi agradecimiento por este post. Para mí, eres un pilar en mubis. Hala, ya lo he dicho.

Atendiendo a la petición del compañero @Gothia.

A raíz de mi anterior exposición sobre la cinta “Deseando amar”, pensé que no comentar “2046” hubiera resultado una tarea inconclusa, puesto que ambas beben constantemente la una de la otra. Aun así, mientras que “Deseando amar” se me antoja una cinta de belleza casi diría poética, que combina clichés clásicos del cine con argucias propias de un director original y diferente, “2046” es una evolución de esa primera que se convierte en una obra que sinceramente me cuesta entender en su globalidad, pero de la que adivino toda su grandeza y atracción. Es en cierta manera un cine personal y algo abstracto, en el que el director parece renunciar a parte de las formas que adoptó en la anterior película, para reconstruir personajes y situaciones desde un prisma absolutamente diferente.

“En el pasado, cuando las personas tenían secretos, y esos secretos no deseaban compartirlos, subían a una montaña, buscaban un árbol y tallaban un agujero en él, para susurrar el secreto en el agujero. Luego lo recubrían con barro, de ese modo nadie más lo descubriría”. Esta frase, pronunciada y filmada ya en la escena del templo de Angkor Wat en “Deseando amar”, adquiere en 2046 toda su dimensión.

FICHA ARTÍSTICA
• Tony Chiu-Wai Leung (Chow Mo-wan
• Gong Li (Su Li-zhen / la araña negra)
• Faye Wong (Wang Jing-wen / androide)
• Zhang Ziyi (Bai Ling)
• Carina Lau (Lulú / Mimí / androide)
• Wang Sum (Mr. Wang)
• Maggie Cheung (Su Li-zhen)

SINOPSIS
“2046” retoma el final de “Deseando amar” para dar continuidad a la vida del Sr. Chow en Hong-Kong después de su fallida relación con la Sra. Chan. Nada queda del anterior Sr. Chow en su relación con las mujeres: el pasado se ha cerrado y no puede cambiarse, aunque en su fuero interno alberga un poso de cierta esperanza en el futuro. El Sr. Chow se nos muestra completamente diferente al que conocimos en “Deseando amar”. Es un hombre que vive frenéticamente y sin ningún tipo de ataduras morales ni compromisos. Asiste continuamente a fiestas, conoce y seduce a multitud de mujeres y no piensa en el mañana, solo vive el momento.

Al margen de ello, ha decidido escribir una novela titulada “2046”, que trata sobre un futuro al que puedes viajar, pero del que no puedes volver, aunque también es el sitio donde se recupera la memoria perdida, donde nada cambia nunca, como nos indica la voz en off. En realidad, esa novela futurista sobre un tren que te lleva a 2046 refleja, consciente o inconscientemente, el tránsito propio que el Sr. Chow realiza por la vida desde que finalizó su relación con la Sra. Chan.

PROYECTO
Tal y como indiqué en mi anterior comentario, Wong Kar-wai tenía ambas cintas en su cabeza, y de hecho llegó incluso a simultanear su rodaje, aunque por motivos financieros tuvo que aparcar transitoriamente “2046” para centrarse en “Deseando amar”. Parece que en el 2000 incluso llegó a comentar que consideraba a ambas cintas como una sola, pudiendo encontrar rasgos y detalles de una en la otra y viceversa. Y es así efectivamente cuando visionas ambas películas. Aunque “2046” puede verse sin haber visto “Deseando amar”, a mi parecer no resulta en absoluto aconsejable, puesto que multitud de detalles pasarían inadvertidos o no comprenderíamos su significado.

Parece ser que la cinta sufrió enormes retrasos y el rodaje se alargó durante casi cuatro años. A causa de la epidemia de neumonía asiática (SARS), se detuvo la producción en marzo de 2003, pero además el director reescribió multitud de escenas en función del grado de satisfacción que le provocaban las anteriores, lo que provocó infinitos retrasos en la filmación.

Aunque me remito en gran medida a lo ya expuesto en mi comentario de “Deseando amar”, la cinta recurre a muchos de los recursos cinematográficos que ya se desarrollaron, continuando por tanto con la misma estética en cuanto a iluminación, encuadre, movimientos de cámara y banda sonora; y aunque en este último apartado el conjunto resulta mucho mejor en su globalidad, destacando la fantástica versión de Siboney de Connie Francis, no llega a alcanzar la exquisitez del Yumeji’s Theme ni las acertadas inserciones de los boleros de Nat King Cole que el director incluyó en “Deseando amar”.

CUATRO HISTORIAS (este apartado contiene numerosos spoilers)
La cinta nos cuenta cuatro historias, yuxtapuestas entre sí en diversas ocasiones, que tienen cierta correspondencia con la historia que el Sr. Chow desarrolla en su novela. Y sin embargo Wong Kar-wai vuelve a dejar a nuestra elección si todas las escenas que contemplamos son realidad o forman parte del imaginario del Sr. Chow.

Lo interesante es ver cómo nos cuenta estas historias y el porqué. El primer tramo de la cinta desarrolla qué es 2046, y lo hace trasladándonos al interior del imaginario tren que se dirige a 2046 y recurriendo a una voz en off -en realidad la del Sr. Chow, escritor de la novela- para explicárnoslo: “Todos los que viajan a ese lugar tienen el mismo objetivo, quieren recuperar la memoria perdida, pues en 2046 nunca cambia nada”. La misma voz nos sigue diciendo que “…a veces olvido cuánto tiempo llevo en este tren. Empiezo a sentirme muy solo”. Así, podemos llegar a la conclusión que 2046 no es de hecho ni un lugar ni un año, sino una forma de transitar por la vida, un estado de ánimo.

Después de esta introducción, el director empieza a desarrollar las historias. La primera de ellas tiene lugar a finales de 1966, y comienza con una despedida a una mujer misteriosa, una tahúr apodada “la araña negra” que viste un traje negro de flores estampadas y un guante del mismo color en su mano izquierda. Él le pide que lo acompañe a Hong-Kong, puesto que en Singapur ya no tiene futuro, pero ella le propone jugárselo a las cartas y, perdiendo la apuesta, el Sr. Chow debe marchar solo. En realidad, ella sabe que no la ama y que para él sólo es un sucedáneo, motivo por el que pierde a propósito la apuesta.

Nochebuena de 1966. Empieza la segunda historia ya en Hong-Kong. En una fiesta, Chow se reencuentra con una tal Lulú, y aunque él la reconoce y le explica que ya se conocieron en Singapur hace un par de años, ella misteriosamente no recuerda nada de ese pasado. Queda atribulada ante esa revelación y muestra una sincera perplejidad por lo que le cuenta el Sr. Chow. Borracha, Chow la acompaña hasta su hotel y la deja acostada para salir luego de la habitación, no sin antes percatarse del número en la que se hospeda Lulú: la 2046. Al cabo de unos días, Chow vuelve de nuevo al hotel para visitarla, pero el propietario del mismo, el Sr. Wang, le indica que se ha ido. En realidad, Lulú ha sido asesinada en su habitación a manos de su novio, un pianista. En cualquier caso, Chow pide la habitación 2046, pero el director le indica que la están redecorando -en realidad están limpiando la sangre- y le propone la 2047. El Sr. Chow acepta la propuesta, y será en esa habitación donde quedaran escritos los trazos de su novela, desde donde oteará y moldeará sus propias vivencias. Creo que, en cierto modo, el director nos ofrece una analogía, puesto que en el año 2047 se cerrará una etapa y desde ese momento se vislumbrará el pasado que ya no se recuperará, de la misma forma que Chow contemplará desde la 2047 qué sucede en el resto del hotel y especialmente en la 2046, escribiendo sobre ello.

La tercera historia empieza cuando, días después, conoce a la hija mayor del Sr. Wang, el propietario del hotel, una chica culta cuya pasión es la lectura y la escritura y que está enamorada de un japonés, relación que su padre no aprueba en absoluto. El Sr. Chow simpatiza sin embargo con la causa de la pareja, y aunque él debe volver a Japón, Chow se ofrece para intermediar secretamente, a espaldas del Sr. Wang, en el correo que mutuamente se envían. Aunque Chow no intenta seducirla, se hace evidente la atracción que siente por la chica.

La cuarta historia se inicia cuando conoce a Bai Ling, una atractiva mujer de vida disoluta que se gana la vida como chica de compañía y que se aloja en la 2046. Empiezan una relación de carácter físico y manifiestamente sexual, y aunque hay alguna escena de sus relaciones físicas, el decoro asiático se impone y no se muestra nada que no pueda ser visto. A pesar de ello, Wong Kar-wai acaba por filmar una escena de una carga pornográfica notable, simbolizada en el empeño que pone el Sr. Chow para que Bai acepte un regalo que le ha traído. Ella acaba enamorándose de Chow, pero éste rechaza ese tipo de relación.

Nochebuena de 1967. Ambos salen a cenar y a la salida del restaurante el director nos regala, durante unos brevísimos 3 o 4 segundos, una imagen que encuadra la cintura de una mujer vestida con un traje negro de flores estampadas y con su mano izquierda cubierta por un guante del mismo color. Seguidamente la primera escena en blanco y negro de toda la cinta: Chow y Bai vuelven a casa en taxi al compás del delicado tema de “Julien et Barbara”, él dormido aparentemente, pero intentando asir la mano de ella quien, aunque inicialmente la aparta, al final la acaba aceptando. Días más tarde, hastiado, Chow finaliza la relación con Bai.

Mientras tanto, Chow va consolidando su amistad con la hija mayor del Sr. Wang, y ella empieza a ayudarlo con los escritos que regularmente debe enviar al periódico. Él se siente cada vez más atraído por ella, aunque no solo no es correspondido, sino que además ella mantiene una consciente distancia prudencial. Chow empieza a escribir entonces “2047”, una suerte de novela que relata figuradamente la relación entre la hija de Wang y el novio japonés, al tiempo que traslada a 2046 sus sentimientos, imaginándose a sí mismo como el japonés que se enamora perdidamente de una bella androide, encarnada lógicamente por la hija del Sr. Wang. Además, Wang Kar-wai nos brinda aquí una magnífica alegoría: mientras él explica a la androide la fábula del árbol y el agujero, ella continuamente pone vendas sobre el cuerpo del japonés, a pesar de no observarse heridas físicas. Pero… ¿puede un androide tener sentimientos? No lo sabemos, pero durante el transcurso en tren a 2046, la androide aparece en más de una ocasión susurrando un secreto a un agujero. ¿Acaso su amor imposible por su novio nipón?

Nochebuena de 1968. Chow está cenando con la hija de Wang y se interesa por su relación con el japonés. Ella contesta: “ya no hay esperanza. Mi padre jamás lo aceptará”. Entonces, en un gesto de generosidad, Chow la lleva a su periódico para que ponga una conferencia y hable con él y, mientras contempla su conversación telefónica, su rostro dibuja una mueca de amarga felicidad. Ella marcha finalmente a Japón, no sin antes haber leído 2047 y pedirle a Chow que cambie el triste final. Mientras Chow se esfuerza por reescribirlo, la voz en off nos dice: “a mi también me gustaría que hubiera un final feliz”, para acto seguido regalarnos la segunda escena en blanco y negro, un calco de la primera pero esta vez quien acompaña a Chow es la Sra. Chan, su verdadero amor.

Nochebuena de 1969. Chow pregunta por la tahúr que lleva el mismo nombre que su eterna amada -Su Li-zhen-, pero nadie conoce su paradero. En ese momento se produce un flashback y, situándonos en días anteriores a la despedida que ambos protagonizan al inicio de la cinta, se nos muestra cómo se conocieron. Volvemos a hacer un salto en el tiempo y la cinta nos sitúa en un nuevo y postrero encuentro esta vez con Bai Ling, donde todo resulta imposible; es entonces cuando se nos entrega la tercera y última escena en blanco y negro: Chow dentro de un taxi, solo y catatónico en el asiento trasero, mientras la voz en off vuelve a recordarnos qué es 2046.

CONCLUSIÓN
Chow no ha olvidado todo lo que sintió en su relación con la Sra. Chan y, de alguna manera, aún tiene cierta esperanza de recuperar aquello que vivió. Pero en ocasiones el hastío, en ocasiones el no ser correspondido, no se lo permiten. Todas las mujeres que han desfilado en esta historia de su vida, la tahúr -el nombre-, la chica de compañía -el cuerpo- y la hija del hostelero -la mente-, le recuerdan parcialmente cada una de ellas a su amada, pero ninguna en su conjunto llena el vacío de Chow. Y aunque más o menos puedo llegar a entender porqué el director retrata a esas tres mujeres en la vida de Chow, soy sin embargo incapaz de descifrar el significado del personaje de Lulú, la chica asesinada en la habitación 2046 del Hotel Oriental. He leído que este personaje ya aparece en “Días salvajes”, pero al no haberla visto no puedo imaginar el motivo de su presencia.

Wong Kar-wai es un romántico, de eso no hay duda: “El amor es una cuestión de oportunidad. No sirve de nada conocer a la persona idónea demasiado pronto o demasiado tarde. Si yo hubiera vivido en otro lugar, mi historia podía haber tenido un final… muy diferente” nos explica.

En una decisión del director que seguramente puede provocar cierto rechazo en parte de su público, “2046” no nos presenta un final claro y todo queda, aparentemente, inacabado. Pero es precisamente este estimulante ejercicio de libertad, inconclusión e incluso confusión, el que nos atrae a muchos, al obligarnos a afrontar el reto de tener que discernir a dónde nos quiere llevar Wang Kar-wai, aun arriesgándonos a que las interpretaciones que damos a lo que vemos en pantalla puedan resultar totalmente erróneas.

“2046” no es en absoluto una película fácil. Entiendo que tenga fuertes detractores, puesto que la cinta es extraña, alegórica y puede llegar a generar confusión e incluso aburrimiento si no se visiona como lo que es, un auténtico reto para el espectador.

Voz en off: “Era escritor y pensaba que escribía sobre el futuro, pero en realidad escribía sobre el pasado. En su novela, un misterioso tren salía de vez en cuando hacia el año 2046. Todos los que iban en él tenían la misma intención: recuperar su memoria perdida. Se decía que en 2046 nada cambiaría. Nadie sabía a ciencia cierta si era verdad, porque ninguno de los que se fue volvió jamás. Excepto uno. Estuvo allí. Eligió marcharse. Quería cambiar”.

Comentar finalmente que, con suerte, dispondremos para 2020 de la filmografía completa de Wong Kar-wai en 4K: https://theplaylist.net/wong-kar-wai-4k-restorations-2020-20190506/