Terminator 2 en UHD 4K y Blu-ray
Titanic por primera vez en UHD 4K
El Pianista en UHD 4K y Blu-ray
Pulp Fiction en UHD 4K y Blu-ray con funda
avatar de Indy83

Indy83

42 años Hombre
Málaga

Se unió a mubis el 12 Agosto 2015

SOS: Por si a alguien le puede interesar

SOS: Por si a alguien le puede interesar

10 comentarios

Indy83
Indy83 hace alrededor de 1 mes ...

Coincido contigo, Solid


Solid
Solid hace alrededor de 1 mes ...

No creo que el coleccionismo deba verse como un problema compulsivo. La clave reside en la responsabilidad y la inteligencia financiera de cada persona: es esencial saber cuánto se puede gastar. Si alguien se enfrenta a dificultades económicas por comprar películas de forma desmedida, el verdadero problema no está en el hobby, sino en una dificultad subyacente que requiere ayuda profesional.

Sin embargo, sí que se nota una problemática clara dentro de la comunidad. Hay mucha ansiedad y estrés entre los coleccionistas por no conseguir ciertas ediciones, sobre todo los populares steelbooks (latas). En este aspecto, estoy de acuerdo: para algunos, el enfoque se ha desviado hacia coleccionar latas en lugar de coleccionar películas.
Hay que ser sensato y disfrutar de este hobby con cabeza. La meta es coleccionar películas, no meramente acumular latas.


Indy83
Indy83 hace alrededor de 1 mes ...

A propósito de mi experiencia en los últimos días y tratando de hacer una reflexión sobre todo, me he atrevido a hacer un comentario que comparto con vosotros si es de vuestro interés. Gracias de antemano.

De cinéfilo a coleccionista: el riesgo de que el acero pese más que el celuloide

Durante décadas, el amor por el cine en formato doméstico se expresaba de manera sencilla: comprar una película en VHS, DVD o Blu-ray, abrirla, ponerla en el reproductor y disfrutar de ella. Era un ritual íntimo y directo, una manera de traer a casa la magia de la gran pantalla. Sin embargo, en los últimos años hemos asistido a una transformación llamativa dentro del propio perfil del cinéfilo: la evolución hacia un coleccionista que, en muchos casos, ya no adquiere películas para verlas, sino para acumular ediciones, especialmente metálicas, que en ocasiones ni siquiera se llegan a desprecintar.

El “steelbook” se ha convertido en un objeto de deseo que trasciende la propia obra cinematográfica. El foco se desplaza: lo importante ya no es tanto el contenido, sino el continente. Ediciones limitadas, ilustraciones exclusivas y tiradas reducidas generan una sensación de urgencia que alimenta el coleccionismo compulsivo. Se compra por miedo a quedarse sin ella, más que por auténtico interés en la película.

Las distribuidoras han sabido leer este fenómeno y lo han convertido en parte de su estrategia comercial en el contexto de un mercado cada vez más devaluado y minoritario. Tiradas escasas, reservas que se agotan en cuestión de minutos y campañas de “edición exclusiva” son recursos deliberados para disparar la demanda. Este clima de escasez programada abre la puerta a los especuladores: quienes logran hacerse con varias copias las revenden después en portales de segunda mano a precios desorbitados, inflando artificialmente el mercado y generando todavía más ansiedad entre los coleccionistas. El negocio se multiplica, pero el aficionado queda atrapado en un ciclo que lo empuja a gastar más y más por miedo a quedarse fuera.

El problema surge cuando esta dinámica deja de ser un hobby sano y empieza a convertirse en un hábito compulsivo. La frontera entre pasión y obsesión es difusa, y no es raro que muchos coleccionistas acumulen decenas de ediciones repetidas —la misma película en varias versiones— con el único fin de “no quedarse atrás” en una carrera que parece no tener meta.

El riesgo no es menor: cada compra representa un gasto que, sumado mes a mes, puede comprometer la estabilidad económica personal. Lo que empezó como una afición vinculada al amor por el cine puede terminar en una fuente de ansiedad, culpa y desequilibrio financiero. La paradoja es evidente: quien en su día disfrutaba viendo películas, hoy corre el riesgo de no ver ninguna, atrapado en la espiral de perseguir la próxima carátula metálica.

Quizás ha llegado el momento de detenerse y recuperar el sentido original de esta afición. Preguntarnos por qué compramos una película: ¿porque queremos revisitarla, compartirla, aprender de ella, emocionarnos de nuevo? ¿O simplemente porque la edición metálica luce bien en la estantería y tememos no tenerla?

Coleccionar cine debería ser, ante todo, una celebración del séptimo arte. El riesgo está en convertirlo en una trampa dorada —o mejor dicho, cromada— que nos aleje de lo que de verdad importa: sentarnos, apagar las luces y dejarnos llevar por la historia que late dentro de cada caja.

Lo sé porque me ha ocurrido a mí. Como coleccionista confeso he pasado de disfrutar de mis películas a acumular ediciones especiales sin abrir, persiguiendo cada lanzamiento exclusivo. Y esa espiral me ha llevado incluso a tener problemas económicos serios. Por eso comparto esta reflexión: para recordarme —y recordarnos— que el cine está hecho para ser vivido, no para quedar atrapado en plástico y acero.


Fassbinder
Fassbinder hace alrededor de 1 mes ...

Y puestos a ser osados, no sería mas fácil colgar un cuenta para que la comunidad pueda colaborar de manera solidaria con tu precaria situación económica.


mikehook
mikehook hace alrededor de 1 mes ...

Siento leer esto pero a veces no hay más remedio. Ánimo y quizás te pregunte por alguna o algunas.


Slowpoke
Slowpoke hace alrededor de 1 mes ...

Pues lo mismo me interesa alguna y te envío un privado, aunque tú método de tasación tal vez tenga un fallo, ya que si por ejemplo tienes una película precintada que en cex tiene un precio más alto que el que tuvo de salida? Y en caso de que esa misma peli la tuvieras desprecintada, entonces la venderías más cara que si la tuvieras precintada?
En esos casos supongo que lo suyo sería dejarlo en el precio que estuviera más bajo (o el de salida o el de cex) independientemente de si estuviera precintada o no.
Y hasta ahí mi aportación, espero que tú situación mejore y mucho ánimo con todo!


Indy83
Indy83 hace alrededor de 1 mes ...

Y por cierto, mi colección no es solo la que tengo subida a mubis. Las que hay son las que podría o me interesa vender. El resto son amaray de plastico o no quiero desprenderme de ellas.

Evidentemente, un amaray no esta tan valorado económicamente como un steelbook a la hora de venderlo.

Otro punto que me fastidia es que cuando anuncien lanzamientos, por ejemplo un steel, no anuncien claramente si luego sale en amaray sencillo. Por ejemplo, caso reciente, Casper. Eso ayudaría mucho.


Indy83
Indy83 hace alrededor de 1 mes ...

Pues sencillamente, el problema me ha venido este mes al tener que hacer frente a un nuevo prestamo (permita que me guarde el motivo, no creo que sea el lugar adecuado para ello ni tengo relación contigo como para eso). Eso sumado a deudas arrastradas de mi matrimonio anterior, hacen que tenga que optar por esta decisión ahora para poder hacer frente a un nuevo y ansiado “proyecto”.

Y sí, admito que a veces el ansia por coleccionar y no quedarme sin una edición que puede que se agote me puede y debería retraerme algo, aunque hasta ahora insisto en que no he tenido problema.

Y sí, a veces admito que he caido en compras compulsivas que no puedo controlar. A veces me ha pasado igual pero he podido remontar. Hay una delagada linea entre el coleccionismo “sano” y el compulsivo: admito que puedo haber caido en esto ultimo. Es mi pasión desde pequeño, cuando iba con mi padre al videoclub que habia entonces en El Corte Ingles…

No soy capaz, a veces, de controlar ese impulso compulsivo. Como ves yo tampoco me corto.

Las ediciones más nuevas he intentado devolverlas en tienda, pero ya se ha pasado el mes de rigor.


firefly_87
firefly_87 hace alrededor de 1 mes ...

Perdóname la osadía de preguntarte pero, como bien has dicho ya indicaste anteriormente que por problemas personales (entiendo económicos) tuviste que desprenderte de parte de la colección pero revisando tú colección, veo que hay ediciones extremadamente nuevas... Y encima latas, que no ediciones sencillas y me sorprende porque estás no son precisamente baratas... Así que de nuevo disculpa mi pregunta, pero... No entiendo que alguien esté tan mal y se compre ediciones tan caras y recientes... Siento si molesta la pregunta, pero estoy seguro que más de uno se lo pregunta... Pero yo no me corto, como has podido ver. Por supuesto ese tipo de situaciones son las que nadie querría verse y siento que sea tu caso.


Indy83
Indy83 hace alrededor de 1 mes ...

Hola compañeros.

Hace tiempo ofrecí parte de mi colección para poder afrontar imprevistos económicos que pude ir salvando poco a poco sin necesidad de desprenderme de peliculas.

Ahora, dada una necesidad imprevista, sí me veo obligado a ello a corto medio plazo. Es por ello por lo que ofrezco las películas que teneis disponibles dentro de mi coleccion en mubis por si a alguien le puede interesar.

Salvo en algunas excepciones, me guiaría por el precio de salida en las que tengo sin abrir y por el precio al que están en Cex para las que tengo abiertas. Prefiero que pase a manos de compañeros coleccionistas.

Si os interesa alguna, decidme por privado y os digo.

Gracias por vuestra atención y disculpad la osadía de ofrecedlo por aqui.


Tienes que estar registrado en mubis para poder comentar. ¡Crea tu cuenta! o accede con tu usuario