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Alien

30 años Hombre
«Aún me sigue emocionando todo lo relacionado con el cine. Espero que este entusiasmo no desaparezca nunca». Martin Scorsese.

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CineClubMubis: El hombre que nunca estuvo allí (2001)

CineClubMubis: El hombre que nunca estuvo allí (2001)

5 comentarios

Alien
Alien hace 8 meses ...

Gracias por pasaros y dejar vuestras impresiones sobre la película.

Richard Blaine 76, en mi opinión creo que la intención es homenajear al género noir, y pueden tomar ideas de las grandes películas que nombras, pero siempre dotando a esas ideas con la forma y estilo de los Coen, haciendo su propio sello personal. Por supuesto, da para debate está cuestión. Un saludo.


Richard Blaine 76
Richard Blaine 76 hace 8 meses ...

Personalmente la considero la última gran película de los Hermanos Coen aunque adolece de un defecto habitual en ellos: cuesta discernir si hay un sincero homenaje o simple y llanamente un plagio (aquí a clasicazos como "Perdición", "El cartero siempre llama dos veces", "Laura", "Perversidad", etc.). Sorprendente el breve episodio de ciencia-ficción.
Buena reseña, Alien!


Angel Jesus Martin Soto
Angel Jesus Martin Soto hace 8 meses ...

Menudo currazo Alien, que gran post te has marcado sobre la película.


Espagueti con tu Sangre
Espagueti con tu Sangre hace 8 meses ...

Gran película y gran análisis, alien. En mi opinión es uno de sus trabajos más personales y redondos… Un tipo que es un perdedor de alguna manera se ve metido en un problema involuntario que le hará buscar su propia identidad y redención en su delirio, y las pasará canutas por el camino. Mucho noir y humor negro (me encanta la escena del ovni) y un reparto lleno de colosos, desde una joven e irresistible Scarlett Johansson a mi siempre admirado James Gandolfini, que en paz descanse. Peliculón.

Un placer leerte, Alien.


Alien
Alien hace 8 meses ...

Hablar de una película de los hermanos Coen es siempre una tarea que se antoja difícil debido al cine tan peculiar que suelen ofrecernos. Personajes variopintos, situaciones surrealistas, diálogos que, más que diálogos, parecen rompecabezas y, sobre todo, una visión y humor tan personales que es normal que algunos espectadores huyan de sus películas. Otros muchos, sin embargo, nos hemos dejado atrapar por el universo coeniano y, una vez dentro, ni podemos ni queremos salir de ese mundo que nos deslumbra, a pesar de que nos es difícil entender y explicar con palabras el motivo de nuestra fascinación por ese cine. En esta ocasión quisiera presentar o hablar sobre una película que los hermanos estrenaron en 2001 y que titularon El hombre que nunca estuvo allí. A partir de este momento habrá spoilers, por lo que quedan avisadas aquellas personas que no han visto la película.

Ambientada en una pequeña ciudad de California en 1949, El hombre que nunca estuvo allí comienza en una barbería donde Ed Crane (Billy Bob Thornton) se nos presenta como un hombre conformista, aburrido, poco hablador y que se dedica a cortar el pelo, aunque no se considera barbero porque, simplemente, nunca buscó serlo. Es el ayudante de su jefe Frank (Michael Badalucco), que también es su cuñado, un hombre que, al contrario que Ed, es tremendamente hablador. Esta primera escena que sirve como presentación del personaje principal está rodada elegantemente con una preciosa fotografía en blanco y negro (permanente en todo el filme), una música de piano magnífica y un montaje preciso que acompaña a la perfección todo lo que nos cuenta Ed Craine mediante voz en off. Con todos estos elementos, los Coen ya me tienen dentro de la historia. Poco a poco se nos van presentando más personajes como Doris (Frances McDormand), la esposa de Ed, que trabaja como administradora en los almacenes de la señora Ann Nirdlinger (Katherine Borowitz), que está casada con Big Dave (James Gandolfini). Comenzamos a conocer las relaciones entre los personajes y resulta que Doris está manteniendo una aventura con Big Dave, de la cual Ed es consciente aunque, hasta el momento, no ha tomado cartas en el asunto.

Un día llega a la barbería Creighton Tolliver (Jon Polito), un hombre peculiar que dice tener el éxito en sus manos al montar una empresa de “lavado en seco”, aunque le faltan 10.000$ de financiación para ponerla en marcha. Ed lo escucha atento y en casa se piensa si convertirse en el socio de Creighton para dar un cambio radical a su vida. Ed visita a Creighton para decirle que puede conseguir el dinero y éste queda encantado. Después de esta escena podemos ver que Ed no es un hombre del todo inteligente o que tal vez su hastío por la vida que lleva le hace tomar decisiones desesperadas (aunque en apariencia siempre se percibe como un hombre extremadamente tranquilo). Digo esto porque a nadie se le ocurriría introducirse en un negocio que desconocías unas horas antes, propuesto por un hombre en apariencia extraño o de poco fiar y que, además, se te insinúa a las primeras de cambio. Pues Ed no solamente acepta el trato, sino que la forma que tiene para pagar esos 10.000$ es chantajeando al amante de su mujer a través de una nota anónima, pidiéndole dicha cantidad de dinero a cambio de que el adulterio no se haga público.

Poco después de enviar la nota, Ed y su esposa van a la celebración de Navidad de los Nirdlinger. Allí suceden dos cosas importantes. La primera es una reunión entre Ed y Big Dave, quien este último le comenta el chantaje al que está sometido y sospecha de “un marica” que le propuso entrar en un negocio por 10.000$. Así pues, conocemos que Big Dave había hablado anteriormente con Creighton y que, a diferencia de Ed, Dave no confió en ese tipo. El segundo acontecimiento importante es que Ed Crane conoce a la joven talentosa Birdy (Scarlett Johansson), una chica que toca el piano y que es hija de Walter (Richard Jenkins), un conocido de Ed.

Big Dave finalmente acepta el chantaje y deposita el dinero en el lugar indicado. Posteriormente, Ed recoge el dinero y se lo lleva a Creighton para iniciar el negocio. Al día siguiente, de madrugada, Ed recibe una llamada telefónica de Big Dave, que lo cita en los almacenes donde trabaja. En el despacho, Big Dave revela que le ha dado una paliza a Creighton y que éste ha confesado que su socio es nuestro protagonista Ed. Así pues, Big Dave ataca físicamente a Ed y, tras forcejear, Ed clava en el cuello de Big Dave un cortapuros que el propio Dave tenía su mesa y que Ed pudo coger durante la pelea. Dave muere y Ed se va a casa. Llegados a este punto, creo que los hermanos Coen han presentado muchos de los elementos que caracterizan al género que quieren homenajear: el cine negro. Hasta ahora tenemos el blanco y negro, la constante voz en off, la pantalla llena de humo de cigarrillos, la mujer fatal, el adulterio, el chantaje, la trama cada vez más enrevesada y, por supuesto, el asesinato.

Como cabía esperar, dos agentes contactan con Ed pero, sin embargo, no es para detenerlo a él, sino a su esposa, acusada de malversación (que posteriormente conocemos que es cierto, pues falseaba las cuentas de los almacenes junto a Big Dave) y asesinato (que tanto Ed como los espectadores sabemos que no tiene nada que ver). Para hacer frente al nuevo problema, Ed visita a Walter para pedirle consejo y este le recomienda que contrate, a pesar de su elevadísimo precio, al abogado Freddy Riedenschneider (Tony Shalhoub) para llevar el caso de su mujer. Así pues, para pagar al abogado, Frank (jefe y cuñado de Ed) y el propio Ed van al banco para pedir un préstamo avalando la barbería. De esta manera, contratan al abogado que impone sus condiciones: hotel, comidas, detectives y cualquier tipo de gastos no correrán, desde luego, de su cuenta. El abogado es todo un personaje que se nos presenta como alguien enérgico e implacable cuando encuentra argumentos con los que se sienta cómodo para defender a su cliente, sin tener en cuenta si esos argumentos están más cercanos o más lejanos de la realidad. De hecho, para hacer ver hacia qué punto irá la defensa, hay un monólogo del abogado sobre el principio de incertidumbre de Werner Heisenberg (“cuanto más observas, menos sabes de la realidad”) que resulta tan enrevesado como desternillante y que es perfectamente reconocible como puro cine de los Coen.

Mientras se prepara la defensa, Ed se pasa los días en la barbería y toma la costumbre de ir a casa de Walter para escuchar a su hija Birdy tocar el piano, ya que haciendo eso ha encontrado una vía de escape para sentirse bien y desconectar del mundo que le rodea hasta el punto de comenzar a plantearse ser una especie de mánager de la aspirante a pianista. El día del juicio resulta que Doris no llega, pues se ha suicidado con un cinturón en su celda, lo cual provoca una gran decepción en el abogado, la depresión de su hermano Frank y Ed, sin otra cosa que hacer, continúa trabajando en la barbería, esta vez como barbero jefe, para seguir pagando al banco el préstamo que le concedieron para contratar a Riedenschneider. Ed Crane pasa los días como puede, trabajando, leyendo sobre el éxito del “lavado en seco” (Ed ni vio ni supo nada más de Creighton desde que le dio los 10.000$) y sobre una sociedad estadounidense obsesionada con los ovnis (las escenas más oníricas de la película hacen referencia a estos acontecimientos extraterrestres para desconcierto del espectador). Incluso un día va a ver a una médium por su necesidad de querer comunicarse, pero resulta ser un nuevo fraude. Para colmo, el forense de la cárcel le comunica a Ed que Doris estaba embarazada cuando murió, a pesar de que el matrimonio no mantenía relaciones íntimas desde hacía años. Como vemos, a lo largo la película predominan los personajes embusteros y farsantes y, los pocos que quieren actuar de buena fe, como el forense, lo único que consiguen es meter la pata y complicar más la vida de Ed.

Sin nada más que perder, Ed Crane intenta que en su vida haya algo de luz a través de la aplicada Birdy, a quien lleva a San Francisco para que un prestigioso profesor de piano la acepte como alumna. Sin embargo, la prueba no sale bien, pues el profesor opina que, si bien Birdy no ha fallado ni una sola nota, carece de alma para interpretar música. De vuelta a California, en el coche Birdy le dice a Ed que ella no pensaba dedicarse a la música y que, si había ido allí para hacer la prueba era simplemente para hacerle feliz. En ese momento la adolescente aplicada y bien educada se rebela como una seductora Lolita e intenta hacerle una felación a Ed, quien se niega y pierde el control del coche, estrellándose contra un árbol. Tras el accidente, Ed despierta y le informan de que está arrestado por asesinato (no de Birdy, que está a salvo, pero tampoco de Big Dave, sino de Creighton, que encontraron bajo agua con señales de haber sido golpeado y junto a la contratación que le vinculaba a él en el negocio que iban a llevar a cabo). En el juicio, e hipotecando la casa para contratar de nuevo los servicios de Riedenschneider, el abogado realiza una gran defensa que se ve truncada por la agresión de Frank a Ed, anulando el juicio. Ya sin dinero para seguir pagando a Riedenschneider, Ed se pone en manos de un abogado de oficio y, finalmente, es condenado a la silla eléctrica.

Al final vemos a Ed escribiendo y no es otra cosa que la historia que acabamos de ver. Ed aceptó escribir su punto de vista a una revista que le pagaba cinco centavos por palabra. “Les pido disculpas si alguna vez he contado más de lo que querían saber”, dice Ed. Otro acto del protagonista que no le servirá de nada, ya que el dinero que reciba no lo podrá disfrutar porque su pena de muerte se hará efectiva en breve. En la última escena vemos a Ed llegar a la silla eléctrica, sentándose y aceptando su final sin arrepentirse de nada y con la esperanza de reencontrarse con Doris y poderle explicar con palabras todo aquello que no supo decirle en este mundo.

Analizando o haciendo balance a lo que hemos presenciado hasta ahora, creo que hay una gran crítica al proceso judicial, pues al final las víctimas mortales que han pasado por este sistema (Doris y Ed) han encontrado su fin por crímenes que no han cometido, a pesar de que ellos eran culpables de otras cosas. También cabe destacar al abogado que lleva los casos de Doris y Ed, cuya motivación es simplemente su propia victoria y reputación, manteniendo una relación con sus clientes muy fría y sin empatía alguna, y encima teniéndole que pagar su estancia en un buen hotel y unos buenos banquetes en el restaurante Da Vincis. Y no hablemos ya de cómo las autoridades investigan los hechos y se forman a la ligera sus propias conjeturas para arrestar a una persona y llevarla a juicio

También hay una desmitificación al sueño americano o al estado de bienestar, pues una persona que tenía un trabajo estable, una casa en una zona tranquila, un coche, una esposa y todo lo que nos venden para tener una vida llena de satisfacciones, resulta que Ed Crane estaba cansado de todo lo que le rodeaba, bien por su propio comportamiento conformista o porque al final todo aparenta ser de una forma que no es realmente, porque nadie a dicho que la vida sea fácil. Y a veces, cuando se quieren cambiar las cosas, no hacemos más que complicarlas más, como cuando Ed quiere cambiar su forma de vivir, pero para ello se inventa un chantaje.

Me he centrado más bien en la trama principal, pero cabe destacar que durante la película hay escenas donde conocemos más sobre Doris, esa mujer fatal a la que le entusiasma el juego, es alcohólica, practica el adulterio y la relación con su esposo Ed es distante por ambas partes, cuyos “te quiero” salen de la boca de forma automática, sin mucho sentimiento. Un rol corto pero clave en el desarrollo de la historia que está interpretada perfectamente por Frances McDormand. Lo mismo se puede decir de varios personajes más, papeles cortos pero magníficamente interpretados por secundarios de lujo como James Gandolfini, Richard Jenkins, Jon Polito y una joven Scarlett Johansson, y otros menos conocidos pero excelentes como Tony Shalhoub y Michael Badalucco. Pero el que se come la pantalla es Billy Bob Thornton, al que escuchamos continuamente en voz en off, pero que es un personaje poco hablador, como bien dice al principio de la película, y eso hace que cuando interactúa con otros personajes deba servirse principalmente de su expresión facial y gestos corporales que borda a la perfección, realizando una de las mejores interpretaciones de su carrera.

Me he extendido más de lo que pensaba, pues me he puesto a escribir y no he parado, lo que pasa es que en mi caso me pagan cinco centavos por cada palabra y creo que he contado demás. Tan solo me queda decir que, quien no haya visto esta película o la tenga lejana, le animo a que se acerque a ella, pues solo por su gran fotografía (Roger Deakins), la música (Carter Burwell y algunas piezas de Beethoven y Mozart), el trabajo del reparto y adentrarse en el mundo de estos hermanos Coen, ya merece la pena darle una oportunidad a El hombre que nunca estuvo allí.

Un saludo a toda la comunidad.


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