Alfonso LG

Sí, más que un marco es como una silueta, CinExin_1977

Debe ser la primera vez que no pones ni una pega a algún steelbook, tocayo. Debo pensar entonces que eres un doppelgänger y que pronto me encontraré una vaina bajo mi cama y será mi fin jaja

mikehook, ¿y eso? XD

Heraldo de Skynet, que siiiiii, que lo pienso disfrutaaar como tocaaaaa jaja

Un gran cuatro por cuatro señor LG, grandes títulos y estuches metálicos :-). Ahora a disfrutar de ellos como toca!!.

¡Fistro pecador!.

Muy buenos steels tocayo

Ah! no vi el marco, pero es diferente, el marco del de Zavvi es recto, con las esquinas redondeadas!
Pues éste está genial también, que bueno :)

Este no tiene lámina lenticular pero sí marco y relieve en el título. He tenido mucha potra al toparme con ella en esas condiciones ^^

Ah! que suerte haberlo encontrado a éstas alturas! guay :)
El mío de Zavvi es muy parecido, pero tiene marco y lamina lenticular, yo lo compré porque me hice con el steel de Buscando a Dory y, pues claro... el completismo es lo que tiene, jeje, necesitaba ese también... :)

Ah y esta sí tiene castellano y catalán. Como la de aquí :)

CinExin_1977, ese steelbook de Buscando a Nemo fue editado en Alemania y tras, creo que unos 13 años desde su salida, me topé con él, completamente nuevo y precintado, a través de un vendedor externo de Amazon en Noruega o por ahí hace unos días y a un precio muy bajo. Este tipo de “sorpresas” son las que disfruto más del coleccionismo. ¡Viva!

Alfonso! yo tengo ese steel de Buscando a Nemo!! de Zavvi, cuando los ponían tirados de precio (luego le metí dentro el disco en castellano), que tiempos pasados... que ya no volverán...
Una gran foto, yo aparte de amar a Sayaka Miki también amo los metales... y los digibook... y las cajotas de Selecta...
Que viva el formato físico y nos dure mucho :)

Gracias bertinino, este final de mes han caído unas cuantas :)

Buenísimas Alfonso LG! De ahí me hice con Matilda y Los caballeros de la mesa cuadrada. A disfrutarlas.

Era un odiador de steelbooks: “No quiero metales, eso para los chatarreros”. Para él eran los culpables del debilitado mercado y por eso los detestaba, por eso y por no poder reservarlos a tiempo. “Paparruchas, los odio porque se oxidan, se manchan, abollan y me miran mal” decía una y otra vez enrocado en su terquedad.
Una noche cualquiera, tras comentar despectivamente todo lo que pudo en diversos foros de coleccionismo, se fue a la cama indignado, como era habitual, con el mundo. Pero esa noche no sería como otras y, en sueños, se le apareció un amigo cinéfilo del pasado que había perecido tras caerle encima una película de esas pesadísimas de Yorgos Lánthimos, advirtiéndole de la próxima visita de tres espíritus.
“Odio los steelbooks, pero aún odio más que se me aparezcan amigos del pasado muertos”
Así pues, al llegar la hora bruja, se le apareció el primero.
“Soy el fantasma del steelbook pasado” se presentó con voz tenebrosa
Casi infartando del susto replicó como pudo
-¡Qué eres tú!
-Soy el fantasma del steel…
-Ye te oí la primera vez, qué quieres
-Vengo a recordarte tiempos mejores del coleccionismo, de cuando eras feliz y no lo sabías…
-¿Eres un steelbook DVD? Estamos en el siglo XXI, ya nadie compra DVD
-Sigo vendiendo más que nadie, gañán. Contempla tu pasado…
Al ver lo que el espíritu le mostraba abrió los ojos como se abren las ventanas de un cuarto cerrado tras una batalla de pedos. Ahí estaba, mucho más joven, ojeando ediciones en múltiples mostradores de un gran comercio. Había tantas ediciones para elegir que se orinó encima del gusto
-¡No! Eso ya no existe, deja de atormentarme y lárgate de aquí que seguro que estás lleno de esos hongos de DVD y me los quieres pegar todos. ¡Fuera!
El espíritu, al ver que no se conmovía, se desvaneció abandonando la habitación.
Cuando ya estaba casi dormido de nuevo, apareció el segundo espíritu.
-Despierta, gayolo, soy el fantasma del steelbook presente
-¿Fantasma del presente? No me lo digas, eres de Arvi, expertos en metales que nadie puede ver
-¿Qué? ¡No! Vengo a mostrarte el…
-¡Largo de aquí! Me esperaré a que salgas en plástico y con menos papel
Viendo que su presencia no era bien recibida, el segundo fantasma desapareció en la negrura de la noche. Poco después un tercero vino a visitarle…
-Uff, no veas cómo está el tráfico fantasmal. Ese Bitelchús es incorregible, casi no llego por su culpa. Me presento, soy el fantasma del steelbook futuro
-¿Ahora del futuro? ¿Tráfico? Ahora me dirás que vienes en un DeLorean
-¿Qué? ¡No, por quién me tomas, no soy tan friki! Em, bueno sí. Vengo a mostrarte tu futuro
-Oh vaya, qué sorpresa. Y dime, qué nos ocurre en el futuro, ¿nos volvemos gilipollas o algo parecido?
-Oh no no no no, Marty, son vuestros hijos que al no conocer los steelbooks se vuelven adictos al fentanilo porque les recuerda al olor de los amarays que su padre coleccionaba
-¿Me acabas de llamar Marty? Yo no tengo hijos, así que... ¡Largo de aquí!
Tras largar al tercer fantasma se acurrucó en la cama y, por fin, pudo dormir mal mientras refunfuñaba…
“Odio las apariciones, los steelbooks y mear sentado”