Maribel y la Extraña Familia

Marcelino es un tímido y apocado muchacho de provincias que tiene una fábrica de chocolates en su pueblo natal. Un día, les presenta a su madre y a su tía a Maribel, una chica a la que conoció en un bar y con la que ha decidido casarse. Maribel no acaba de creerse que Marcelino no se diese cuenta de que el bar donde se han conocido sea un bar de alterne, ni que doña Matilde y tía Paula sean tan inocentes como para no sospechar cual es su profesión. Maribel incluso llega a pensar que en la familia todos son unos chiflados asesinos.