El Mundo es Nuestro

Sevilla 2012. El Culebra y el Cabesa, dos raterillos chandaleros del tres al cuarto, deciden dar su gran golpe: atracar una sucursal bancaria y huir a Brasil siguiendo los pasos del Dioni. Cuando Fermín, un empresario cincuentón cargado de explosivos, también irrumpe en el banco y pide la presencia de la televisión para llamar la atención sobre su precaria situación económica, todo se va de madre. La policía tratará de solucionar la situación como sea, mientras una reportera que se encontraba en el banco se las arregla para retransmitir en vivo todo lo que sucede desde el interior, convirtiendo el secuestro en un circo mediático. Los intentos de la policía de llegar a un acuerdo con los secuestradores fallan y la tensión va en aumento haciendo que lo que parecía un plan perfecto termine convirtiéndose en un despropósito.