sack13

Yo me ahorraré un dinero en ir a ver esta secuela,por varias razones:
1-Tras ver los trailers,y demás....solo saco la conclusión de que se llena la pantalla con efectos especiales,pero seguimos en las mismas que su predecesora.....
2-No me gustan los actores protagonistas (y eso que Emma Stone me parece buena actriz.....)
3-Sigo sin ver al auténtico Spider-man,y no creo que en esta secuela me equivoque....
4-Marc Webb no es C.Nolan....y por lo tanto,sigo sin verle sentido a este "reboot" despues de ver la decente trilogia de Raimi en 2008 (Si, la 3ª no fué le películón,pero si de errores se aprende,¿para que hace una nueva trilogia que mucho aspira a ser pasable...?)
Y podria seguir,pero como los sabios dicen,no la puedo destripar hasta que mis ojos no la vean,pero no será en una pantalla de cine......
Gracias sack13 por la info ;)

1.— ANTE TODO, SONRÍE. Será por la tendencia natural de sus protagonistas a hacer el payaso, o porque el director Marc Webb se empeñó desde el principio en no perder el punto juguetón de las historias clásicas del personaje, pero The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro comienza como una comedia y, a pesar de los vaivenes emocionales de la historia, acaba dejándote una sonrisa en la cara. En un momento en el que casi todos los blockbusters tienden a tomarse a sí mismos demasiado en serio, en el que cualquier película de superhéroes se ve forzada a adoptar una solemnidad a lo Christopher Nolan, se agradece de que Andrew Garfield sea un bromista elástico incapaz de quitar hierro a las situaciones más tensas.

2.— EL PASADO VUELVE. Un aspecto controvertido de The Amazing Spider-Man fue la importancia que se había concedido a los padres ausentes de Peter Parker. Aquella historia, que nunca interesó demasiado a Stan Lee en los primeros años de vida del personaje –"le hice huérfano porque así lo tenía más fácil para escabullirse"–, era una herencia de la generación Ultimate, la revisión a la que de la mano de autores como Mark Millar o Brian Michael Bendis sometió Marvel a sus personajes. Un prólogo digno de la saga Bond, con Richard Parker (Campbell Scott) y Mary Parker (Embeth Davidtz) huyendo a bordo de un avión privado, comienza a justificar la inclusión de esa historia y su conexión con el presente. Entre otroas cosas, ofrece la explicación definitiva al hecho de que no haya más que un Spider-Man balanceándose por ahí.

The Amazing Spider-Man 2

3.— DESTRUCCIÓN A ESCALA HUMANA. ¿Cuántas veces se puede arrasar Nueva York de una forma distinta? Seguro que tras Los Vengadores aún queda alguna, pero probablemente no sea tan espectacular y el público puede que ya haya tenido suficiente. En The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro han tomado una decisión inteligente al respecto: romper menos cosas pero que cada gran escena de acción y destrucción sea más narrativa que espectacular. La primera pelea con Electro (Jamie Foxx) en pleno Times Square es un buen ejemplo. Se caen los enormes paneles publicitarios de las fachadas, pero no los edificios.

4.— VILLANOS, HAGAN COLA. Con el antecedente de Spider-Man 3 parecían demasiados sólo con nombrarlos para una misma historia. Falsa alarma: están perfectamente dosificados y lo que vemos de algunos de ellos es más un aperitivo que una aparición. Spider-Man se enfrenta a ellos de uno en uno, casi como si les hubiera dado turnos. Puestos a valorarles, el Duende Verde de un carismático e inquietante Dane DeHaan gana por goleada a un Jamie Foxx excesivamente histriónico en el papel de Electro, al punto de que recuerda a Jim Carrey como Enigma en Batman Forever.

The Amazing Spider-Man 2

5.— GWEN Y PETER, PETER Y GWEN. Marc Webb clavó en la primera entrega la relación entre Peter Parker y Gwen Stacy. No se olvidó del componente de comedia romántica que tenían los primeros cómics del personaje y de que se trata de dos adolescente, ahora jóvenes, a los que su relación les trae más cosas buenas que malas, por muy duras que sean las malas. Esa química de pareja la han acabado de perfeccionar Andrew Garfield y Emma Stone, que se nota que son prácticamente incapaces de mirarse a la cara sin tener que hacer esfuerzos por aguantar la risa.

6.— NO ESPERES AL FINAL. A no ser que tengas algún conocido que se ocupó del cátering de la película o que quieras disfrutar de pop comercial con mucho nombre y poca chispa, no hay motivo para esperar a que pasen los créditos cuando acaba la película. No hay escena final. Todo lo que había que anticipar tanto de las próximas aventuras de Spider-Man como de sus enemigos está antes de que llegue el The End. El epílogo forma parte de la historia.

7.— PARA LOS MUY COMIQUEROS. Habrá tiempo para hacer un completo análisis de los easter eggs de la película, como ya hicimos aquí en su día con The Amazing Spider-Man, pero puede adelantarse que hay un par de presencias, casi cameos, que pondrán los dientes largos a los mayores seguidores del personaje. Aparentemente, no está plagada de guiños, pero los que hay son lo suficiéntemente concretos y sustanciosos como para intuir que lo que está por venir va a ser tan asombroso como el propio Spider-Man.