Anubis

Cuantas son las película que tienen secuela, gracias a su buen mercado doméstico. Dredd se lo merece. Ojalá sea el caso de Pacific Rim, que yo creo que finalmente será que sí. Por cierto, Del Toro tiene preparado para ella, un Jaeger mexicano llamado Matador Fury. ¿De que países más podríamos ver? Eche de menos a uno alemán en esta parte.

ejeje pobres vecinos entonces. Los debates sanos, siempre son bienvenidos. Coincido con lo del flashback, y sin duda, sin la actuación de la pequeña no hubiera trasmitido lo mismo -¿Futura estrella?- Por cierto, yo la vi en 2D pero en sala Isens. En 3D, tendrá que ser bajo techo y cuando me haga con nueva tele. Sniff.

Cierto dan2 ;) muy de acuerdo.

Yo tengo una opinión distinta de la pelicula que tu jc_vlc pero respeto tu opinión , creo que cada uno debería decir lo que piensa respetando a los demas.

No debes sentir discrepar jc_vlc ;) cada persona ve y siente unas cosas, y tu opinión es muy respetable (en la cuál, argumentas tus motivos). Intentaré escuchar el programa que recomiendas.

Ojala la hagan

Gracias dan2 por tu opinión ;) creo que aún podremos tener suerte, ya que en Asia está siendo un éxito. Ganas hay y muchas de una buena secuela, sobretodo con Guillermo Del Toro al mando.

Muy buena critica Anubis. Yo la vi ayer en 3d y me parecio alucinante. Como sabia, Guillermo del toro no me decepciono.
Es uno de las mejores blockbusters de este año si no el mejor.
Es verdad que la historia es simple, pero la disfrutas igualmente.
La acción no marea, diálogos fluidos, y encima santiago segura.
Es una pena que no haya triunfado en estados unidos , a mi me encantaría ver una secuela con Dr. Newton Geiszler construyendo un jeager-Kaiju. Las actuaciones son mu buenas y la dirección de Guillermo es genial.

Pacific Rim. Titánico homenaje.
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“Para luchar contra los monstruos, creamos nuestros propios monstruos”.
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En el año 1954, una criatura surgía del fondo marino para destruir Tokio. ¿Su nombre? Godzilla, un monstruo enorme con el que su creador -el cineasta Ishirô Honda- inició un subgénero -con permiso de King Kong- de gigantescos seres, con gran seguimiento en Asia. El Kaiju- eiga -películas de monstruos- iniciaba una nueva época pos-nuclear dentro del cine nipón, donde el pasado atómico estaba muy presente. Carne de serie b, en los últimos años se ha alzado para ofrecer cintas más que interesantes- The Host (Bong Joon-ho), Monstruoso (Matt Reeves) o Troll Hunter (André Øvredal), son buenas muestras de ello-.
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En contraposición, a esos enormes seres, años más tarde se produjo otro subgénero igual o más importante dentro de Japón; el Mecha, donde grandes robots, con alturas que sobrepasaban edificios, luchaban contra Kaijus -criaturas gigantes- u otros peligros. Dentro de ese armamento metálico y pesado, entre otras muchas, resaltaron figuras en series televisas como Mazinger Z o Ultraman, y más de finales del siglo XX, propuestas como la brillante Neon Genesis Evangelion o la nostálgica y a su vez pésima serie Power Rangers, hicieron crecer un movimiento que no mostraba síntomas de flaqueza, y que Michael Bay en tiempos actuales, puso con su trilogía Transformers, en primer plano mundial.
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Guillermo del Toro quiso realizar un film donde potenciar y rendir tributo a todas estas series y películas, que tanto disfrutamos en la infancia, y que el público ahora adulto, esperaba con vaso de leche y galletas frente al televisor. Y es que, últimamente el nombre de Del Toro iba asociado con las palabras “proyecto cancelado”. Producciones aparte, desde Hellboy II, no se sentaba en la silla de dirección y el aficionado al fantástico, le echaba de menos. La miel se quedó en nuestros labios al contemplar como abandonaba el mega-proyecto de El Hobbit, o como la adaptación de En las montañas de la locura de H.P. Lovecraft, sufría un revés y finalmente caía en el olvido.
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Pero todo eso ya ha pasado, y con Pacific Rim, el director mexicano viene a demostrar porque es un referente dentro del fantástico y nos deja una cinta de gran envergadura. Un blockbuster de pura cepa con la única y exclusiva misión de entretener a la platea y hacer rememorar una niñez ya pasada.
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En un magnífico y ejemplar prólogo, la historia nacida de la mente del guionista Travis Beacham, cuenta como la humanidad ha sufrido el ataque de unos Kaijus provenientes de las profundidades marinas. Para luchar y sobrevivir a la amenaza, las naciones mundiales se unen y crean a los Jaegers -cazadores, en alemán- , grandes robots de altura mastodóntica manejados por pilotos con gran conexión y coordinación entre si, que se convertirán en la última esperanza de una humanidad en peligro.
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En realidad, el guión es simple, pues no busca más que presentar una excusa para que veamos lo importante de una película de este calibre; los combates titánicos entre monstruos y robots. Junto a un sonido abrumador y una banda sonora acertada, en ellos ILM vuelve a dar un recital en efectos especiales, y presenta su firme candidatura para los próximos premios de la academia. Todo un alarde del manejo digital, que deja en más de una ocasión boquiabierto al espectador. Diseños nacidos desde cero, que asombran por el gran nivel de detalle y funcionalidad. Y es que Guillermo del Toro, que rueda la acción de manera contundente y clara, ha demostrado que tiene una imaginación extraordinaria para la creación de extrañas criaturas, y aquí contemplamos un diseño de los Kaiju increíbles -asemejados en sus movimientos y morfología a algunos animales- que en comparación, dejan como graciosas mascotas a Godzilla o Gamera, dos iconos indiscutibles del Kaiju-eiga.
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A pesar de contar con personajes estereotipados, clichés abundantes y actos heroicos más que previsibles, curiosamente, eso no lastra a un metraje que busca el disfrute y la nostalgia ante todo, y de manera imprevisible para un producto así, dibuja unos personajes principales con una fuerte carga emocional a sus espaldas. Mezclando distintas nacionalidades, en ellos vemos como figura principal a Raleigh Becket (Charlie Hunnam), piloto del Gipsy Danger y depositario de las esperanzas humanas, en un papel chulesco que no desentona en el conjunto. Pero quienes se llevan la gloria son el almirante Stacker Pentecost (Idris Elba), quién con una presencia imponente, se come la pantalla, ofrececiendo on-liners para degustar y recordar tras su visionado, y su protectora Mako Mori (Rinko Kikuchi), que tras unos flashback cargados de emoción -gracias sobretodo a la actuación de la pequeña actriz Mana Ashida- su historia es la que más hondo cala en el espectador.
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Y que sería de una película “Del Toro” sin personajes geeks y excéntricos. El Dr. Newton Geiszler (Charlie Day) y su compañero Gottlieb (Burn Gorman) suavizan con su humor -a veces más que aceptable, otras solo admisible- una trascendencia y solemnidad, que pide a gritos más mala leche. Y ahí es donde encontramos a Ron Perlman interpretando a Hannibal Chau, traficante de restos de Kaiju, dando vida a un personaje hortera, con vía libre para la diversión. Y atención especial merece el cameo patrio de Santiago Segura, que levanta risas y comentarios en las salas con su aparición.
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De manera extraña, la película apenas ha entusiasmado a la taquilla estadounidense, y su éxito internacional -Asia, principalmente- le salva los muebles, quedando su secuela a expensas del resultado económico final.
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Apoteósica y espectacular, Pacific Rim consigue trasladar al espectador adulto a una infancia ya pasada, y sacando músculo en unos combates de referencia en el campo digital, crea un gran homenaje a unos subgéneros y creadores de efectos especiales -Ray Harryhausen e Ishirô Honda- que tan grandes momentos nos han hecho pasar. Es puro entretenimiento. Una apuesta segura.