Alien

Gracias a ambos por pasados y comentar. Saludos.

Muy curiosa, gran aporte Alien.

Excelente Alien buen aporte.

Fassbinder, te agradezco enormemente tu comentario. De las que nombras no me he visto Fitzcarraldo, pero creo que le daré solución más pronto que tarde.

Ben Shcokley, yo también descubrí a Herzog en un cineclub al que suelo ir dos veces a la semana (ahora en verano, no). Gracias por tu comentario y espero que sigas subiendo, aunque sea de tarde en tarde, algún post, pues hace poco leí que no ibas a subir más y eso sería una lástima.

ineXperado, espero que si la ves te guste. Como dije antes, es una película muy peculiar, pero desde luego seguro que no te dejará indiferente. Gracias por pasarte.

Gracias, me la apunto porque no la conocía

Excelente análisis de la visión cinematográfica de Werner Herzog, un director que se sale de lo puramente comercial y convencional para ofrecer un retrato sin florituras, mordaz, irónico y muy real de la sociedad, convergiendo siempre en personajes atípicos o socialmente inadaptados, demostrando hasta que punto es la sociedad intolerante e injusta con ellos.

Hace muchos años descubrí su filmografía en un ciclo de la filmoteca de Cataluña y desde entonces sigo su obra.

Muchísimas gracias Alien, aportes como éste es por lo que aún vale la pena entrar en Mubis de vez en cuando.

Lo raro sería que un aporte tuyo no fuera de sumo interés. De esta que aquí comentas, desconocía por completo su existencia, por ello agradezco haberte leído.
De Herzog recuerdo haber visto Aguirre y Fitzcarraldo y las dos me parecieron magníficas.
Buen aporte compañero, sigue en esta línea, que en esta comunidad se necesita y se agradece.

Compañeros, gracias a vosotros por pasaros y dejar vuestros comentarios. Por cierto, Polar, estoy de acuerdo respecto a Helmut Döring. Yo también lo recuerdo, es que ese personaje marca.

Habrá que echarle un ojo a esta película, toda obra que he visto hasta el momento de Werner Herzog me ha parecido como mínimo interesante.

Siempre es un placer leer este tipo de aportes. Muchas gracias, Alien.

Desconocia esta pelicula, gracias por el aporte, tendre que verla.

Gracias por vuestros comentarios. Mi propósito era dar a conocer esta película a cuantas más personas mejor. Espero que los que se animen a verla les guste. Pero ya digo, es una película muy especial y comprendo que no a todo el mundo agrade.

Lo que es una rareza es ver este tipo de aportes por estos lares. Buen post amigo. Sobre la película, siempre recordaré al actor de este filme, Helmut Döring (el que has puesto en la imagen). Solo pensar en él ya se me dibuja una sonrisa en la boca. Los que hayan visto la película o la vayan a ver sabrán el motivo.

Me gusta este aporte. No es un film que haya visto, lo reconozco.
Como bien has dicho, el uso de "gente pequeña" para ciertos personajes puede ser realmente una distorsión de la realidad, no me cabe la menor duda.
Parece una pelicula interesante, la verdad.

Excelente aporte Alien, totalmente desconocida para mi en, no se si llamarlo así, un subgénero de los “diferentes”.
He de decir que se puede hacer buen cine, crítico con el momento de la sociedad, con las desigualdades, casi esperpéntico o surrealista.
Me interesa y me trae el recuerdo de “Alguién voló sobre el nido del cuco”, donde sus personajes están más cuerdos que los trabajadores de la institución.

Saludos a toda la comunidad, los siguientes párrafos versan sobre una película que si bien no a todo el mundo gustará –soy consciente de ello- creo que no está de más echarle un ojo para conocer los inicios de un cineasta cuya obra, guste más o menos, no suele dejar indiferente al espectador.

También los enanos comenzaron pequeños (1970) es posiblemente la película más dis-cutida de la carrera del director alemán Werner Herzog. Realizado íntegramente en medio de un árido paisaje de lava volcánica, el film describe la imposible revuelta de un grupo de enanos en un internado contra el director del establecimiento, que a su vez se trata de otro enano. Las turbadoras andanzas de esta sin¬gular comunidad despertaron, y despiertan todavía, muchas y contradictorias opiniones. En su momento se quiso ver en ellas una parábola sobre el fracaso de una rebelión incontrolada y por ello abocada a la destrucción (los ecos del Mayo del 68 todavía eran recientes).

El hecho de que el propio director del centro sea un enano, que a su vez mantiene atado en una silla como rehén a uno de los internos, o que incluso la fugaz aparición de la conductora de un gran co¬che sea también enana, fue interpretado por algunos críticos como un retrato distorsionado, y en clave esperpéntica, de la pequeñez moral de la sociedad bien pensante. El conflicto se produce desde el momento que la película no ahorra, sino todo lo contrario, las imágenes más desagradables y vejatorias del conjunto de los internos.

Además, existe una clara desproporción entre los internos y los objetos que los rodean y que presumiblemente deberían estar a su disposición (puertas, sillas, mesas, vehículos...), pero que adquieren unas dimensiones exageradas ante la pequeñez de sus cuerpos. Por otra parte, la fotografía, notoriamente feísta, acentúa el aspecto inhóspito del lugar y de sus moradores, a la vez que añade una mirada de despreciativa superioridad (la cámara está a la altura de un ser humano normal) sobre los mismos. El director ha justificado sus propósitos en los siguientes términos: “Pienso que la rebelión de los enanos y todos sus actos están plenamente justificados, la película adquiere unas proporciones de desesperación notables. Y todo lo que hacen, por más cruel que pueda parecer, no es más que una forma desesperada de pedir ayuda. (...) Creo que existe un enano dentro de todos nosotros y me parece importante que se reconozca así.”

En más de una ocasión se ha interpretado el film como una parábola intemporal de regusto buñueliano, al estilo de Viridiana (1961) y Los olvidados (1950). Pero posiblemente su precedente más inmediato haya que buscarlo en La parada de los monstruos (Freaks, 1932) de Tod Browning, por más que en esta película la rebelión de los “diferentes” era contra la explotación de que eran objeto por parte de los sujetos supuestamente normales. Otro precedente remoto podría encontrarse en la crueldad latente de la obra de Victor Fleming El mago de Oz (1939), donde el conjunto de los enanos, convenientemente transformados en “enanitos”, formaban la comunidad alegre y vivaracha de Munchkinland.

En cualquier caso, no deja de ser sorprendente que la visión del director sobre los enanos sea radicalmente opuesta a la que ofrecen algunos de sus documentales igualmente centrados en colectivos con limitaciones físicas o mentales, como sucede con los dedicados a los niños afectados por la talidomida (Futuro limitado, 1970), o a las múltiples dificultades que deben superar las personas sordas y ciegas (El país de silencio y oscuridad, 1971). Con las desasose¬gantes imágenes de También los enanos empezaron pequeños, sin duda la más amarga de las parábolas visionarias de Herzog, concluye una primera etapa de un realizador que se ha caracterizado precisamente por su fascinación por los seres diferentes.

Fuente de interés:
Rafel Miret, “Los inicios: a la búsqueda de un estilo”, en dossier “Werner Herzog, itinerarios, ficción y documental” (2ª parte), rev. Dirigido, febrero 2014.